La vida de la elefanta Frida fue larga y dura como su trompa.

El animal llegó en 1951 desde Asia cuando tenía dos años junto a su prima Pamba. Con ella y su amiga Erika itineró por varios circos hasta 1997, cuando fue entregada al zoológico de Quilpué para que la cuidaran como corresponde.

En 1996 la elefanta hizo noticia porque, debido al estrés al que estaba sometida en un circo, atacó a un niño que se le acercó demasiado cuando estaba comiendo. El menor falleció y Frida fue apedreada por algunas personas que descargaron su furia en ella.

Desde entonces se comenzó a cuestionar la custodia del paquidermo que ingresó a Chile desde Argentina por el paso Los Libertadores, cuando no había normas al respecto.

El '97 volvió a hacer noticia después de sufrir muchos años la crueldad del cautiverio. Amarrada con cadenas, hambrienta y sedienta la elefanta se desvaneció en la calle. La pobre estaba agónica porque sus cuidadores no le permitieron tomar agua para evitar "problemas" durante el show.

Las autoridades determinaron que su suplicio debía terminar y en Quilpué pasó los últimos 14 años. Se convirtió en el animal favorito del zoológico que, según sus cuidadores era regaloneado con mucho cariño, a pesar de algunas críticas de grupos animalistas que en agosto pidieron mejores condiciones para ella.

La muni destinaba $1.800.000 al mes exclusivamente para Frida, habilitó un sistema de calefacción para que durante el invierno no extrañara las agradables temperaturas de las tierras de sus padres, y la sacaban a pasear todos los días para que estirara sus patitas.

Eso era hasta el lunes cuando su pesado cuerpo se desplomó para siempre, como informó el director del lugar, Mario Rivas.

Un cáncer terminal fue responsable de la partida del animal que era monitoreado por sus cuidadores de Quilpué y veterinarios del SAG, asesorados por expertos del Buin Zoo y del Zoológico Metropolitano.

Rivas contó el medio día de ayer que su partida era cuestión de horas porque ya no comía ni bebía. A las 17.30 fue sacrificada para que no sufriera más.