Rosa Markmann llegó en 1946 a La Moneda como esposa del entonces presidente Gabriel González Videla, el último de los mandatarios radicales. Antes que ella ninguna mujer en su cargo tuvo una oficina propia en el Palacio de Gobierno.

Desde su despacho, la glamorosa y bella primera dama peleó como leona por las viviendas de emergencia para los obreros y se preocupó de los más humildes. Es cuando comienzan a compararla con Evita Perón.

Fue su padre quien la apodó como  "Mitty", debido a una derivación de la palabra "Mister" que su hermana no podía pronunciar, la primera dama libró con tenacidad otra de sus batallas: El voto femenino.

Para obtener el quórum necesario que aprobase el derecho a sufragio de las chilenas, la distinguida "Mitty", con paciencia y porfía fue convenciendo uno a uno a los parlamentarios.

"Fue gran responsable del voto de la mujer. Por eso ellas le deben mucho", señaló el demoniólogo y amigo de la familia, Hugo Zepeda.

RESPONSO

Tras varios infartos cerebrales el viernes último, cerca de las 22 horas, falleció a los 101 años acompañada por toda su familia. Amigos y familiares participaron ayer en un concurrido responso fúnebre en la parroquia Santa Elena de Las Condes, y hoy será enterrada al lado de su esposo en la ciudad de La Serena, que ella adoraba.

"El pueblo la adoraba. Era de muy fácil acceso. Una señora espléndida preocupada de las mujeres y adelantada a su tiempo. Era preciosa, tenía un pelo rubio hasta la cintura. Lucía un moño único en Chile. Por su distinción, belleza y elegancia cautivó a la sociedad norteamericana", señaló la socialité y amiga de "Mitty", Mary Rose Mc Gill.

COCO LEGRAND: "ME APOYÓ CUANDO MURIÓ MI HIJO..."

Más de un centenar de personas repletaron durante la tarde de ayer la parroquia Santa Elena de Las Condes, para participar en la misa de responso para la señora "Mitty" oficiada por el padre Luis Eugenio Silva, a quien la ex primera dama pidió expresamente que diera misa luego de su muerte.

Uno de los presentes en la ceremonia, fue el humorista Coco Legrand.

"Fue una buena persona, cariñosa. Me apoyó mucho cuando murió mi hijo, porque ella también pasó por la misma situación. Era una hermosa tía", contó con profundo pesar.

Durante la misa, su nieta Gabriela Claro González recordó que su abuela organizaba almuerzos dominicales y jueves femeninos:  "Siempre estaba dispuesta a celebrar. Gozaba abrir los bailes con un vals".

Su bisnieta, Magdalena Pereira Campos, recordó su gran fuerza espiritual: "Tuvo fuerza para soportar el dolor y el sufrimiento. La muerte de dos hijos, mi abuelo (su marido), dos nietos y un bisnieto", contó la joven.

Ronald Henríquez M.