Crónica

En la contru gozan con "Los Charros del Manguaco"

La canción dice que "la vida es eterna en cinco minutos", pero los 30 minutos que dura el espectáculo itinerante del team del diario pop que recorre las construcciones de la Región Metropolitana se pasan volando.

Son tan lindas, inteligentes y ricas las cuatro chiquillas que alegran el corazón de los maestros en su semana, que a los titanes les dan ganas de levantarles un altar y canonizarlas en el nombre de la testosterona, el estuco y los andamios.

Lo más complejo de la visita que las modelos realizaron ayer al edificio Nuevo Centro 2, que se levanta en Santa Rosa con Curicó, fue la elección del rey de los obreros.

El compadre que se mandara el mejor piropo de los cuatro aspirantes sería el ganador.

El más ordinario fue un colorín que mirando fijamente a los ojos a una rubia promotora le dijo: "Mijita, quién fuera colaless para estar entremedio de sus cachetitos". El postulante salió último por rasca, pero de todos modos se llevó un cerro de premios con que se rajaron los gentiles auspiciadores.

El ganador fue Danilo Martínez, a pesar de que se salió de libreto. El cargador de ancha espalda y un juanete en el pie derecho se despachó una especie de poesía sobre el Calugón Pelayo, la mítica golosina de las micros amarillas y sus antecesoras.

La cuestión, que podríamos clasificar como "inclasificable", no tenía nada que ver con el concurso de piropos, pero le salió tan linda que Danilo fue proclamado vencedor por aclamación popular.

Al cachar que sería coronado, el "Calugón Pelayo" emocionado se llevó las manos al rostro y dijo que espera ser un digno representante de los obreros de la constru, que ama la paz mundial y que si debiera mantener la especie con alguna celebridad, le habría gustado hacerlo con la Madre Teresa de Calcuta.

Luego, los maestros de maestros participaron de un concurso de dobles. Dos compadres que juraban ser iguales a Los Charros de Lumaco fueron apodados Los Charros del Manguaco, por su lejano parecido con los originales.

Ganó un par de obreros que a su juicio eran idénticos a los chiquillos de La Noche, a pesar que sus compañeros concluyeron que uno es el vivo reflejo de Evo Morales y el otro se parece más que nadie en el mundo al Coca Mendoza.

¡Felicidades, mostros!

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