Una mujer figura como la presunta cabecilla de un piño que el fin de semana patrio, aspiró la Dirección del Crédito Prendario (Dicrep) más conocida como la Tía Rica.

Se trata de Ana Catalina Cortés Moscoso, de 34 años, quien según las indagaciones del OS-9 de Carabineros y la Fiscalía Centro Norte, habría contactado a las personas que participaron en el millonario choreo de 22 de septiembre pasado.

La imputada Cortés, quien en 2008 ayudó a su esposo a escapar del hospital Barros Luco donde estaba detenido, habría contactado a los complices que proporcionaron los medios de transporte, y a los socios que dominaban la técnica del oxicorte, y el manejo de las cámaras de seguridad para desconectarlas en la "Tía Rica".

El fiscal Arturo Gómez indicó que "ella contacta a Erick González Campbell quien fue formalizado hace dos semanas. Él tenía el conocimiento en el uso del oxicorte y permitió el acceso desde la sede de Correos hasta la sede de la Caja de Crédito Prendario".

Los polis llegaron a González Campbell porque cuando ocurrió el robo, un testigo miró por la ventana al escuchar la alarma de la "Tía Rica". Esta persona anotó la patente del vehículo de otro imputado, Manuel Ángelo Tapia Mena (39) y ayudó en la elaboración de un retrato hablado.

Como no encontraron a Tapia, buscaron en su red delictual y apareció González Campbell. A éste último lo llevaron a declarar y soltó la pulenta: Once fueron las personas que participaron del golpe.

Finalmente, Tapia Mena fue detenido el sábado en el balneario de Horcón, en la Región de Valparaíso, donde se daba la buena vida. El sujeto pasaba sus días en unas cabañas, donde miraba el atardecer con ricos copetitos.

Ayer también fue formalizado Joel González Torres (19), quien habría ingresado a las dependencias de la Dicrep arrastrándose para no ser captado por las cámaras de seguridad. Él tuvo la misión de desconectarlas, permitiendo que entrara el resto de la banda.

Además, entre las pesquisas realizadas, se determinó que hubo un llamado desde un centro penitenciario para llevar adelante el robo y que el choreo se extendió por dos días. Moscoso, Tapia y Joel González quedaron en cana.

El robo se avaluó en 1.239 millones de pesos, uno de los más grandes del último tiempo.