Un amanecer distinto se vivió ayer en el barrio Meiggs. Rostros demacrados y caras largas por doquier reflejaban el estado de ánimo de comerciantes, dependientes y trabajadores que quedarán parados, al menos por uno días, en pleno período de venta escolar.

Gracias a Dios no hubo víctimas fatales, pero el gran incendio que afectó a la bodega de "Comercial Éxito", durante la tarde del miércoles, dejó a todos tiritones en el barrio de los combos escolares anticrisis. Incluso los clientes estaban achacados porque se viene el huracán de la vuelta al colegio y los precios de cuadernos, lápices y mochilas eran más humildes que una sopita de huesos en esta bodega.

APERRAN

Los trabajadores de la bodega siniestrada dicen que al mal tiempo hay que ponerle el caracho más enchulado. Aunque esta es la mejor fecha para vender. Por eso ayer colaboraron en el retiro de escombros, barriendo y limpiando lo poco que dejaron las lenguas de fuego. Algunas mujeres aperraron con sánguches y bebidas para sus colegas.

Aunque se viene pesada la crisis económica, la empresa les dijo que no iban a despedir a nadie y que la próxima semana renacerán de las cenizas como el Ave Fénix, pese a que se perdieron más de 200 millones de pesos entre cuadernos, mochilas y artículos escolares. Igual hay seguros comprometidos que pararán la olla.

"Somos todos uno", dijo Verónica, una de las vendedoras.

INFIERNO

A eso de las 19 horas del miércoles pasado el administrador de un local vecino cachó que salía humo desde el tercer piso. Uno de los guardias se percató que caían artículos quemados por el ascensor. Subió al segundo piso y cachó una tremenda humareda. Intentó llegar al tercer piso, pero no se pudo hacer más.

Fueron más de 150 los bomberos que aplacaron las llamas y ahora no queda más que volver a empezar.

Ronald Henríquez M.