Aunque a simple vista es menuda y bien delgada, Valentina Roth se las trae. Desde que nació recuerda que el primer color que distinguió fue el azul y que su primer balbuceo fue "¡¡AgUUU!!". Es que con toda una familia chuncha era imposible que la diosa de Calle 7 no saliera bullanguera. Aunque su fanatismo a esta altura casi es marca registrada.

"Siempre que iba al estadio estaba con la barra. Se pasa demasiado bien. Aunque a veces es un poco peligroso", recuerda ahora que cambió las zapatillas por los tacos aguja.

- ¿Te tocó estar metida en alguna mocha?

- Una vez, en un clásico con Colo Colo en Pedreros íbamos todos por Marathon, y yo arriba de un auto con el bombo, ja, ja, nos encontramos con los de la Garra: La verdad es que fue un poco pelúo.

- Así de aperrá, eh. ¿Y hoy que eres más conocida sigues haciendo el aguante por el Bulla?

- Hace rato que no voy al estadio, creo que sería más complicado ir ahora que salgo en la tele y la gente me conoce más.

- ¿Cómo ves al Chuncho del Bicentenario?

- Bien. Tenemos un buen equipo, con excelentes figuras, hay que romperla.

- ¿Algún regalón que esté en ese pecho donde muchos querrían morir?

- Olivera me encanta. Es un excelente jugador y es muy mino,  ja, ja.

- ¿Le pegas al cocido pelotero o jugaste alguna vez?

- No. Cuando chica hacía gimnasia artística, llegué a ser campeona nacional.

- ¿Por qué no seguiste rebotando, entonces?

- Sentí que me estaba perdiendo muchas cosas. Ser deportista de alto rendimiento es muy sacrificado. Pero igual me arrepiento de haber dejado la gimnasia, porque tenía muchas condiciones.

-Y hoy, ¿cómo lo haces para estar en forma?

- Soy una persona muy activa. Las competencias en Calle 7 ayudan mucho. Trato de ir al gimnasio a veces, porque soy muy tentada con la comida. Me encanta el chocolate y soy seca pa' la leche, tomo como un litro y medio al día, ja, ja.