Aterrorizada quedó Aída Silva en la noche del 24 de diciembre, cuando encontró en su patio a uno de sus perros sangrando y con las extremidades luxadas de tanto convulsionar.

La imagen de Aída se transformó en un pesadilla cuando cachó que 19 de las mascotas que cuida en su refugio de las Rocas de Santo Domingo estaban en las mismas condiciones.

Fue tal el impacto y el estrés que esto le produjo, que acabó en la urgencia del hospital más cercano.

Cuando entró en sí, llamó a Patricia Cocas, presidenta de ProAnimal Chile, quien de un paraguazo viajó al balneario.

Impotentes vieron morir lentamente a los perritos que, según Cocas, fueron engañados con cebos envenenados por algún pelotudo.

Lo peor es que ninguno fue atendido al toque por un veterinario, ya que estaban en una zona muy apartada.

"Tres de los 19 animalitos que murieron tenían dueños y algunos estaban apadrinados. También había cachorros", dijo Aída Silva.

COBARDES

La dueña del refugio, sin fines de lucro ni nombre, junto a ProAnimal Chile, altirante presentó una denuncia por maltrato animal en la Fiascalía de San Antonio.

"Felizmente esto está en manos de la fiscalía y la PDI está realizando las pericias correspondientes", aseguró Patricia Cocas.

Para colmo, Silva aseguró que ha recibido múltiples amenazas anónimas por sus perritos.

"Esto no tiene perdón alguno y no descansaré hasta llegar a las últimas consecuencias", advirtió.

Los denunciantes creen que es difícil que un vecino inescrupuloso haya envenenado a los tiernos cachupines, ya que la "casa está en un bosque y no colinda con nada".

Se aproximan a creer que debe tratarse de una persona irresponsable de otro lugar, cobarde, inmoral y sin ningún tipo de escrúpulos. "De un cretino sin alma", categoriza Cocas.