Corría el mes de febrero y las autoridades sanitarias advertían sobre la arremetida de la Fragata Portuguesa, un exótica especie acuática cuyos tentáculos, vivitos o no, gozan ensañándose dolorosamente con la piel humana, y en casos extremos, hasta se pueden llevar la vida de un perico que se cruce en su camino.

Este historial del terror no intimidó al surfista iquiqueño Felipe Véliz Rivas, quien sin tomar en consideración la toxicidad del bicharraco, pescó unas piedras y una lata de chela para aguachar el gelatinoso animalejo, tal como si fuera un cachupín.

“Después de surfear fuimos a ver una ola a Chorrillos y en la orilla habían algunos ejemplares de la fragata. Busqué la más grande, la que medía como 20 centímetros, y la metí en un envase que me llevé a casa, principalmente, porque me llamó mucho la atención su colorido, ya que son una mezcla genial entre azul eléctrico, calipso y morado”, descaseteó.

El estudiante de geología de la Universidad Atacama, quien vive hace cuatro años en Copiapó, asegura que no le tiene miedo a “Ramiro”, su particular mascota.

- ¿No te da julepe su veneno?

- No, porque la manipulé sin tocarla y ahora está encapsulada. Además, he nadado entre medusas de esas brígidas y mutantes que salen en Iquique, y nunca me han picado.

- ¿La tienes con piures y pulguillas pa’ que no sienta tan sola?

- No poh. Sólo la quise dejar intacta para ver si se mantenían los colores, cosa que ha sucedido, pero igual no sé que va a pasar, porque está en agua dulce.

MORTAL

Según cuenta la presi de la Sociedad Conservacionista “Kaitieki”, Bárbara Gajardo, la también conocida Carabela Portuguesa, se comporta igualito a las medusas, pero se trata de un hidrozoo sifónoro, un conjunto de organismos que colaboran para su superviviencia que es bien nefasto.

“No se trata de alarmar a la población ni pedir que se encierren. Éste es un organismo colonial muy complejo, es también súper tóxico, aunque obviamente no todos reaccionan de la misma manera ante sus picaduras”, explicó la experta.

“Ahora es importante que si alguien ve una fragata flotando a un rango de cinco metros no diga ah está muy lejos, porque pueden existir trozos de la misma especie o bien pueden ser alcanzados bajo el mar por sus tentáculos, que pueden llegar a medir hasta 14 metros”, cuenta la chiquilla.

“Si alguien entra en contacto, por ningún motivo agua dulce, porque activa el veneno. Hay que limpiar con agua salada o suero fisiológico para llevar a la persona a un centro asistencial, ya que si esa persona es alérgica, obviamente que las consecuencias pueden ser fatales”, cuenta.

- ¿Oiga, y tiene algún controlador natural?

- Existen depredadores como el Dragón de Mar, pero ese espécimen azulito que es como una babosa que habita sólo en Australia. También están las Tortugas Boba y Carey, que tampoco se ven por estas latitudes, así que nos quedan ciertos cetáceos de las familias de los delfines que también se las comen, pero no sabemos que cantidad hay en las playas como para hacerle frente a esta fragata que ha llegado con la Corriente del Niño.

- A cuidarse entonces...

- Así es. Por eso es importante que aprendan a reconocerlas, porque sabemos que llaman la atención, debido a que es como un globito de color azul, ideal para despertar la curiosidad de un niño o de cualquier persona.