El aire viñamarino al fin le trajo un respiro a Diego Osella y sus boys. Es que después de cualquier fecha con La Pelá respirándole en la nuca, el triunfo de los Ruleteros ante San Felipe los bajó, aunque sea por un ratito, de los vuelos que van sin escala a los potreros.

Cuando parecía que el team Oro y Cielo estaba maquillado por culpa de Nelson Acosta, que los dejó encalillados en la tabla, la llegada del che Diego Osella al menos les podría cambiar el terno de palo por la percha de liguilla de promoción.

El profe suma 8 puntetes en cinco mochas y entre sus gracias está haberlos descartuchado después de 13 mochas sin verle el ojo a la papa, y volver a roncar en casa después de 17 mochas.

Y aunque la pulenta es que el Uní-Uní no es el mismo team que tiró pinta en la Copa Sudaca, igual es gracia haberlos vacunado con la mansa boleta, sobre todo con el olor a fiambre que había en Viña del Mar.

Y a propósito de fiambrería, es precisamente contra la Longa Mecánica de Ñublense que está desatada la mocha por librar de la guillotina directa.

Por lo mismo, Everton salió a buscar la mocha contra los aconcagüinos desde el primer minuto. Y le fue bacán cateteando el arco rival.

Los pepones del Maxi Ceratto cuando se viraba la primera patuleca y Nico Freitas con Gabriel Cárcamo en el asalto final, los dejaron un puntete arriba de los Diablos Rojos, y encomendándose al Pulento pa' que el team de Lucifer no le meta la cola a la U. de Conce en Chillán, pa' que el aire siga siendo fresquito.