El ex ministro Juan Guzmán Tapia, famoso en el mundo por procesar y dejar preso a Augusto Pinochet, asumió la defensa del sicólogo, guardia y experto en artes marciales, Christian Sorensen, imputado por el acuchillamiento que casi le costó la vida al joven de origen judío Alejandro Heumann a la salida de un carrete ilegal.

Guzmán visitó ayer a Sorensen en la cana Santiago Uno acompañado por su colega María Sandra Pinto Vega.

"Toda persona tiene derecho a defensa y él no tenía abogado", explicó Guzmán, quien compartió con el fallecido abuelo de Sorensen, así como conoce al padre del imputado. De acuerdo a su impresión, el guardia protegía un lugar, "fue agredido y se defendió".

Añadió que Sorensen "no tiene nada de nazi, tiene un tatuaje de suástica al revés, ese es un símbolo hindú muy antiguo de más de cinco mil años, que no tiene nada que ver con el nazismo. Hitler tomó este símbolo e invirtió el sentido de la suástica. La hindú gira hacia la izquierda y la nazi hacia la derecha".

Guzmán insistió en que "sé absolutamente que Christian Sorensen no es nazi ni neonazi y tampoco es racista".