Su cuerpo no pudo resistir una falla multiorgánica y a las 20.22 horas de ayer dejó de existir Daniel Quintral Pinto, el joven profe de una academia de conducir aquejado de un mal hepático fulminante e irreversible.

Durante la mañana, los doctores del Hospital Clínico de la Universidad Católica dieron por perdida la batalla de cinco días para mantenerlo en el primer lugar nacional de pacientes para acceder a un trasplante de hígado.

A sus 26 años, Daniel fue atacado de la noche a la mañana por una infección hepática, la cual le produjo un edema cerebral que le aumentó la presión intracraneal.

Ese estado lo tuvo desde el domingo en coma inducido, método que no fue eficaz para evitar que el edema creciera.

La madrugada de ayer un escáner arrojó "una hipertensión irreversible que sumada a la insuficiencia hepática lo dejó fuera de la posibilidad de ser trasplantado", dijo el médico Tomás Regueira, jefe de Turno de la Unidad de Pacientes Críticos de la UC.

El doc fue claro en decir que si hubiese aparecido un donante durante la semana, el destino de Daniel habría sido otro.

"No llegó un órgano a tiempo. Por ello hago un llamado a la comunidad para que sean generosos y colaboren con la donación", machacó.

PENA DE MADRE

Enterada del deceso de su hijo y en medio de una tremenda pena, Sandra Pinto, concurrió al Hospital de la UC con la ropita para vestirlo y llevarse el cuerpo de Daniel.

"Lo vamos a velar en la casa y lo sepultaremos en el Cementerio General", dijo y respirando hondo para sacar fuerzas agregó: "Vamos a pasar la pena con el apoyo de la familia y, desde ya, estoy muy agradecida de los medios de comunicación que colaboraron para que hubiera un donante para mi hijo".

SU HISTORIA

El lunes 9 de este mes, Daniel tuvo un retorcijón de estómago y vómitos que lo llevaron derechito al hospital, donde fue sometido a una ecografía abdominal que no arrojó hepatitis.

Durante la semana siguió mal, pero fue recién el viernes cuando la fiebre le subió por los cielos y lo hizo alucinar.

En la Posta Central lo estabilizaron, pero dada su gravedad lo llevaron el domingo al Hospital Clínico de la UC, en donde inmediatamente le indujeron un coma para evitar que el edema cerebral que padecía siguiera aumentando la presión cerebral.

EL AMOR POR SU JENNY FUE DE UN SOLO FLECHAZO

Daniel Quintral siempre fue  un cabro ejemplar. Cariñoso, respetuoso y preocupado por su madre, Sandra Pinto, quien lo crió regalón como a todo hijo único.

Hace ya un buen tiempo que el muchacho trabajaba como instructor de manejo en la Escuela de Conductores Valdivia, donde hace dos años conoció por azar a una chica que le cambió el destino.

La alumna lo encontró encantador y no dudó en presentárselo a su prima, Jenny Muñoz. El flechazo fue fulminante y el 8 de diciembre iban a cumplir dos años de pololeo.

Jenny recuerda que "nos pusimos las argollas en agosto porque queríamos casarnos luego. No teníamos fecha, pero la idea era ser marido y mujer pronto".

La progenitora estaba feliz con la relación de su hijo con Jenny: "Es mi único hijo, un novio ejemplar, un chiquillo cariñoso", recordó la madre.

"El sueño de Daniel era ser músico, le encanta el hip hop y quería entrar a estudiar el próximo año", comentó la polola antes de fundirse en un abrazo con su suegra.

K. Punaro / M. Vega