No son conciertos de Madonna ni se regalan entradas para un evento memorable. Pero la pasión por aplicarle la revisión técnica en marzo al auto para  sacarse luego el cacho, ha llevado a la locura a varios  chilenos. Imagínese que algunos han llegado a las 1 de la madrugada y salen contentos recién a las 9 de la mañana.

Por eso es que los tocos se han convertido en camas, improvisados cines, zonas de picnic y, en ellos, los chacales del Guasap han abusado del celu y del café en los plantones de espera afuera de las plantas de revisión técnica.

Salvador Valdivieso (57) llegó desde Renca a la planta de Los Dominicos  en su camioneta a las 5 de la mañana y "ya había como 60 autos antes que yo y me atendieron a las 11", dijo.

"Fíjese que mi cuñado vive por acá y me dijo que hay gente que llega a las 1 de la madrugada. Eso es excesivo, pero evidencia que igual esto debería ser más expedito", contó Salvador, quien tomó café en su camioneta con un pancito.

Más adelante de la fila, que llenó más de seis cuadras en Las Condes, se movía a velocidad de crucero el autito rojo de Eliseo Jara (52), que llegó a las 6 de la madrugada y lo atendieron cerca de las 11. "Con cafecito y cigarros se pasa la espera", comentó Eliseo.

Bocinazos

Pese a la lluvia de bocinazos que recibió Julio Vivanco (27), este reportero pop tuvo que acercarse a su auto y golpearle el vidrio para que despertara y le metiera la pata al acelerador.

"Oye, vale por despertarme, cachái que estoy acá desde las 8, pero antes estuvo mi jefe desde la madrugada e hicimos un cambio de turno porque él tenía que ir a buscar otro auto", dijo Julio el dormilón, quien aguantó la espera chateando en WhatsApp.

Un operario de la planta nos contó que ya se acostumbró a ver a la gente durmiendo en el auto. "Imagínate que en la noche la gente viene a dejar su auto afuera y después vuelve a hacer la fila", sapeó.

Del día anterior

En la planta de revisión técnica de San Joaquín el escenario no era muy diferente: una cola que llegaba hasta el Metro (seis cuadras) con choferes soñolientos improvisando diversión sobre el auto.

"Yo debí haber venido en febrero, pero me atrasé porque fuimos a la playa", reconoció Eugenio Córdova, quien llegó a las 7:30 de la mañana y venía saliendo de la cola recién a las 11:30 horas.

Un funcionario de esta planta de revisión técnica confidenció que "acá incluso llega gente que hace la fila desde las 10 de la noche del día anterior".

Así se ha vivido el fanatismo por la revisión técnica hasta el momento, falta esperar a que lleguen los días más cercanos al pago del permiso de circulación. Ahí capaz que hasta vendan preventas para este típico trámite  de marzo.

"Menos mal que traje la tablet, porque sino mi hija se desespera", dijo Johana Effio, quien iba por tercera vez a la revisión técnica, ya que antes la rechazaron.