SANTIAGO.- "Mueeeertos, mueeeertos, mueeertos", gritaba la parcialidad charrúa y Capdeville con una cara de zombie que no se la podía, daba toda la impresión de que sufrió más que Aguilar el primer día. Y todo se definió en el quinto set, pero no sin dolor.

Pero estuvo ahí de que Felder agarrara aire de alguna parte, porque cuando creíamos que ya el flaco había vuelto, las sombras de nuevo lo cubrieron, lo dejaron, lo volvieron a cubrir y, con dolor, pudo ver la luz.

Dirá que estaba cansado, que se quedó sin piernas, que no podía pensar, que el púbico, etéctera, pero si Felder tiene un poco más de piernas, otro cuento sería.

Lo cierto es que a Capdeville a partir del segundo juego del segundo set, algo le pasó, porque de ahí en adelante todo fue cuesta arriba.

Felder pasó de ser un jugador que tiritaba más que canasto de guatitas, a tomar la batuta y darle de palos a un Capdeville que no soltaba el brazo y no retomaba el contundente juego que le dio el primer set, rapidito y sin perder tiempo. Tanto, que pensamos en no más de hora y 20 de partido... ¡Jamás fue!

¡PERO QUE MIER...!

Pero el segundo y el tercer, ufff... Ni el "Pulga" De la Peña lo podía creer.

Sí, porque más allá de la paliza que le dio por casi tres sets Marcel Felder al chileno, hay que convenir que no es un equipo muy poderoso.

Lo que revela también que el equipo nuestro necesita mucho trabajo, porque si ahora el corazón alcanzó, en la disputa por el repechaje para el Grupo Mundial, no bastará con sólo con él, porque los que disputan esa zona sí que nos pueden hacer daño.

Capdeville demostró que está en su nivel, el mismo al que nos tiene acostumbrado y, sin faltarle el respeto, pero está lejos de un González, un Ríos o un Massú en sus mejores tiempos, y esto demuestra que tiene que trabajar mucho.

Y todo porque hoy, en particular, y él mismo lo reconoció, anduvo por las sombras... Y le costó mucho trabajo reponerse. Demasiado.

ODIOOOOSOS

Para más remate, tocó una hinchada aperrada, que estuvo todo el tiempo con su equipo, aunque sabían perfectamente que no tenían chance.

Esta deber haber sido una de las series más peludas que se han visto -claro, exceptuando la del parque O'Higgins, por cierto-, porque pasó de todo: A Capdeville le gritaron de un cuantuay. Se acordaron hasta de su bisabuela; no cesaban los gritos entre puntos y hasta su botella guacha llegó cuando la cuestión estaba más peluda para los charrúas.

A tanto llegó el cahuín, que el árbitro les puso un "warning" y los castigó con un punto en contra porque estaban literalmente odiosos. De ahí en más, el "muerto" volvió de las sombras. Y a pesar del cansancio, pudo superar al uruguayo, que estaba igual de cansado.

¡Felder, qué susto nos diste che...!

BELUS TIRÓ EL CURRÍCULO EN DEBUT COPERO

Aunque muchos le sintieron al Nico Massú buqué a capitán de Copa Davis, fue Belus Prajoux el hombre de la jineta tanto en el papel como en la realidad. Es que el reemplazante del "Biónico" demostró que es un viejo zorro al utilizar a Jorge Aguilar en el dobles, pese al porrazo que se pegó en la disputa del primer punto.

"Confié en mi jugador. Es que el problema no era físico, pero sí nervios. Los médicos le dieron el alta y sentí que era la mejor pareja que podía tener Capdeville estando Nicolás impedido de jugar", filosofó a la hora del balance el capi nacional.

¿Primera prueba superada? "Estoy muy contento, es un agrado poder debutar y ganar. Le decía al equipo que como jugador nunca había perdido en Uruguay y como capitán tampoco quería hacerlo. Es

un gran grupo, lo pasamos bien y ahora tenemos la opción de pelear un repechaje, estamos ahí de nuevo", soltó Belus.