El 10 de mayo de 2018, cuando se cumplían tres meses de la desaparición de Fernanda Maciel, el fiscal a cargo del caso lideró la primera pericia que se realizó en la "bodega", un domicilio ubicado a pocos metros de la casa de la joven, en la comuna de Conchalí.

Según los videos registrados por distintas cámaras de seguridad, la joven embarazada de 21 años caminó en dirección al inmueble, donde supuestamente se reuniría con un amigo.

Si bien la familia desconoce si Fernanda ingresó o no a esta casa, la mamá de Fernanda aseguró que distintas imágenes dan cuenta de un sujeto que porta un saco de cemento, un balde, un escobillón y una pala.

A más de quince meses del hecho, el dueño de la bodega rompió el silencio y aclaró la situación. "Estamos esperando que termine luego esta investigación. Ahí lo que hay es un arrendatario, nomás", dijo Jaime, cuya hermana figura como propietaria.

Sobre las revelaciones de Paola Correa, mamá de "Fer", el sujeto aclaró que "eso fue al principio de todo. Pero eso fue un arreglo pequeño que hicieron por ahí. Pero de ahí a que hicieran algo ilícito, no creo. ¿De qué va a servir un saco de cemento? Yo creo que fue un arreglo, maniobras que hicieron ahí adentro", agregó, sobre el trabajo que realizaron los arrendatarios.

En entrevista con Contigo en La Mañana reveló que el arrendatario "nos ha dicho que no ha tenido ningún inconveniente, que ha dado permiso para que investiguen".

"Él dice que ahí no van a encontrar nada porque está todo igual como estaba. Cuando él llegó de vacaciones no había nada raro. Ninguna excavación, nada", añadió, sobre lo ocurrido en el verano del año pasado.

En relación a la vivienda donde está la bodega, dijo que "nosotros pensábamos arreglarla y venderla. Ahora con esto no se va a poder hacer ningún trámite".