Algunos hacen estatuas. Otros, pinturas. Muchos componen canciones o se pegan el truco con un poema. Pero los tatuajes son sólo para valientes. Y a Leonardo Monje le sobran los cojones.

Por ello, decidió rendirle tributo a las 16 instituciones (ver cifra) que le permitieron meter la... pelota en la red y comenzó a estamparlas en su cuerpo de Max Steel el jueves pasado.

''Me comuniqué con Marlon Parra, que es un capo, para que me pintara todas las insignias que defendí'', explicó la ''Pulga Atómica'' aún adolorido.

Chico de porte, pero con el corazón grande, Monje desmintió a los que creyeron que sólo se había tatuado algunos escudos. ''Todos los clubes se ganaron mi cariño y son importantes en cada etapa de mi carrera'', avisó a La Cuarta, la de la aguja punta gruesa.

Claro que la gracia le costó harto sufrimiento, porque no todos los emblemas le caerán en el pecho y deberá colocar algunos en su brazo y otros en las costillas, y ahí sí que ''lele'' la penetración.

''Me hice seis en la primera sesión, las cuales salen en la foto que subí a las redes sociales, y mañana (hoy) me haré otras cinco, mientras que el lunes acabo con las últimas cinco. Es una hora por escudo y duele, pero la que más me molestó fue la de Palestino, porque está muy cerca de la axila y es una zona sensible'', detalló el actual ariete de Coquimbo Unido.

Y si usted se está preguntando qué tan carozzi sale la gracia de Monje, sólo le podemos decir que está al alcance del bolsillo.

''No es tan caro, porque me los pidió en negro con matices grises'', soltó Parra. Acto seguido, el hombre que ha rayado a varios famosillos y deportistas top, añadió que ''lo más complicado es la tipografía de cada escudo, porque se debe leer bien en lugares muy reducidos''.

Además, este es uno de los primeros trabajos grandes que hace en su nuevo local: el Tattoo Rockers Restobar (Marín 0285). ''Allí los terminaremos y con todos listos, haremos una sesión de fotos para que ninguno de los hinchas se enoje con Leo. Tal como pasó ahora, pero es porque no sabían'', concluyó Marlon.