El reportaje de Informe Especial emitido anoche sacó a la luz pública la realidad el submundo de las microlias y con el propio ministro de Transportes como protagonista.

La investigación muestra cómo Felipe Morandé vivió en carne propia el drama de tratar de subirse a una góndola que parece tarro de sardinas.

Lo más cuático fue cuando un socito, al ver que estaba la mansaca para subirse, le sugirió al camuflado ministro que se subiera por detroit para hacerla cortita.

"El pasajero no me invitó a evadir. En realidad fue muy amable, ya que al ver que la entrada de la micro estaba llena me dijo, como una forma de ayudar, 'subámonos por atrás'. Yo le dije que gracias, pero que prefería esperar mi turno. En casa de herrero no puede haber cuchillo de palo", contó el secre de Estado.

La investigación realizada por la periodista Ángela Robledo mostró cifras de evasión que están lejos de ser similares al 18 por ciento oficial.

"Las cifras de informe especial no me sorprenden. Yo viajo habitualmente en Trasantiago y sé que la evasión es un virus que enferma a este sistema y daña profundamente a los usuarios honestos, pagando justos por pecadores", explicó Morandé.

El reportaje no sólo dejó en evidencia la descarada evasión. También mostró lo que ocurre arriba de los buses en los recorridos nocturnos de fin de semana.

Además, dejan como las huifas a una planta de revisión técnica en Lo Espejo en la que una máquina se demoraba 5 minutos en quedar listéilor.