Nadie discute la capacidad y liderazgo que han alcanzado las mujeres en el ámbito laboral, pero en el mundo de la constru la tarea no ha sido papita pa'l loro. A diferencia de España o Argentina, donde hay caleta de chiquillas capataces y jefas de obra, en nuestro terruño estas jinetas han sido tradicionalmente ocupadas por los federicos de pelo en pecho.

Giovanna Mena (28) es una ingeniera en construcción que se ha ganado un lugar a puro ñeque. La chiquilla, que se declara soltera sin compromiso, estudió en la Universidad de La Serena y se desempeña como inspectora técnica operativa (ITO) en una consultora del rubro. Es una "sheriff" que evalúa en terreno cómo está quedando la pega.

la mano que aprieta. "Mi labor es fiscalizar que las constructoras cumplan con todos los requisitos de construcción, técnicos y de seguridad. Por ejemplo, veo si los muros están pintados, cómo va la albañilería, qué tipo de armaduras utilizan o la docilidad del hormigón", se quiebra como una oblea.

- ¿Cómo la tratan los maestros?

- Tenemos una relación de mucha confianza. Me cuentan cosas y me aconsejan en materia de construcción. Hay que escuchar a la gente con más experiencia.

- ¿Y no se le pasan para la punta?

- Algunos se emperifollan un poco, jejejé... Pero en general son súper respetuosos y caballeros.

- ¿Con quién se lleva mejor en la obra?

- Con todos. Desde los arquitectos hasta los obreros. Mis regalones son los jornaleros. Ellos siempre andan felices de la vida. Con una sonrisa de oreja a oreja hacen frente a todos sus problemas.

- ¿Parece que eso la motiva mucho?

- Imagínate que muchos trabajadores viven con el sueldo mínimo, pero siempre andan con el optimismo a flor de piel y eso le sube el ánimo a cualquiera. Esa es una gran lección de vida, porque hay personas con mejores puestos y que ganan muchísimo más, pero pasan amargadas.

- ¿Qué es lo que más le gusta de esta pega?

- Me encanta salir a terreno, ver cómo avanza una construcción y luego verla terminada. Esto es obra de un conjunto de personas, todos aportan su granito de arena. A veces paso por una obra terminada y me siento orgullosa porque sé que contribuí, aunque sea un poquito, en ese hermoso resultado final.

- ¿Piensa seguir en este rubro a futuro?

- Por supuesto. Es mi trabajo y me encanta hacerlo. Y espero que más mujeres sigan mi camino también.

Ronald Henríquez M.