¡No hay presupuesto que  lo aguante ni cristiano que lo resista!

Los duendes que se instalaron como desgreñados okupas en la casa de calle Franklin del matrimonio integrado por Claudio Torres (49) y Fresia Caro  (57),  ahora le robaron el último par de zapatos que le quedaba a Nicole (18), la hija del matrimonio.

Tal como ha venido informando La Cuarta, - el diario de  los que sufren mil pellejerías de espanto por culpa de los descarnados-, la joven estudiante de Turismo es el blanco predilecto de los  gnomos o espectros que tienen transformada la vivienda en una casa embrujada.

"Necesitamos ayuda seria. No queremos chantas. Lo  que aquí ocurre dejaría con los pelos de punta a los que fabrican con efectos especiales a fantasmas con el fin de elevar el rating de la tele   para que tengan que tomar pastillas para dormir", reclama Fresia.

Los duendes le han vaciado el clóset a Nicole.

Cuando era chiquita le robaban los escarpines, los piluchitos, pero cuando creció se especializaron en  su ropa interior y sus vestidos.

La gota que rebasó la piscola fue cuando intentaron sacarle el pijama mientras dormía y sin despertarla con sus manipulaciones le robaron los aros y el reloj pulsera.

Además, dice la familia, se beben los licores dulces, el quáker y la leche, y cuando han espolvoreado harina o arena en el piso del dormitorio de la adolescente para comprobar la bohemia existencia de los duendes, al otro día aparecen extraños paisajes, arcoiris, cometas y ojos que miran en la oscuridad.

A Nicole le queda sólo un par de botas, pero su mayor temor es ser secuestrada por los extraños pitufos a quienes vio en una oportunidad.

"ESTAS MUGRES SON UNA PLAGA"

Los padres de Nicole dicen que los ataques se iniciaron cuando vivían, en 1988, en una casa de calle Victoria, a la altura del 1100. Aseguran que los que habitan en el sector aún son víctimas de estos seres. Ayer recorrimos el sector. Nadie quiso referirse al tema.

"¡Todo empezó cuando se instaló un templo acá! ¡Creo que ellos, sin querer, abrieron un portal, se le colaron los demonios y nunca más pudieron soltarlos! Ahora estas mugres son una plaga. Conocemos el caso de la familia Torres. Ellos salieron arrancando porque temieron que secuestaran a su niña", dijo el único vecino que se animó a referirse al paranormal tema.