Incentivada por los daños del terremoto, la Universidad Nacional Andrés Bello (UNAB) presentó algunos inventos que les facilitarían la vida a los damnificados. El más choro fue un guáter de cartón que fabricaron dos alumnas egresadas hace dos años de diseño industrial. Consuelo Mebold confesó que "pocos se meterían en un tema tan asqueroso", pero la utilidad de su idea las motivó a seguir adelante.

La movida en un principio se llamó El Trono y finalmente fue bautizada como Depo-Pack. Está formada por dos estructuras independientes: Una es para que las personas que perdieron su WC se sienten; la otra, que va abajo, sirve de base y contiene las bolsas impermeables que almacenan cacuca. Ximena Bustos explicó que el contenedor debe ser impermeable, porque "el 70% de las deposiciones es líquido", y esa cantidad aumenta cuando el usuario anda churrete.

Lo pulento del invento es que pesa menos de un kilo, es plegable y se puede lanzar en avión a zonas afectadas cuando la mansaca es muy grande. Las chiquillas durante el proceso de fabricación probaron el invento decenas de veces y contaron que andaban a la siga de sus familiares para que depositaran su confianza en el guáter de cartón.

El Depo-Pack aguanta a gorditos de más de 200 kilos y fabricado en serie tendría un costo de unas 6 lucas la unidad. Cuatro contenedores están pensados para durar una semana en una familia de cinco personas. Las creadoras de la maravilla tecnológica chilena contaron que fueron a ofrecerla a la Onemi, pero los lesos se mostraron "escépticos" sobre la efectividad del ingenio.