Como todos los veranos, los caperuzos del Servicio Nacional del Consumidor (Sernac) se pusieron las chalitas más cómodas y se aperaron con botellas de agua para aplanar las calles de Ciudad Gótica con el fin de comparar los precios de los uniformes escolares.

El tradicional estudio se efectuó entre el 17 y 19 de enero y consideró los precios al chinchín de la ropa pingüina en 12 multitiendas y supermercados de la zona sur de la capital.

Para las lolitas, el tipo de uniforme considerado fue de jumper, blusa, chaleco azul, delantal cuadrillé, pantalón (azul o gris), falda gris, polar, polerón y zapatos negros.

En el caso de los varones, el estudio comparó los precios de un uniforme compuesto por pantalón, camisa, chaleco azul, cotona beige, polar, polerón y zapatos negros.

Para variar, el informe del Sernac dejó la escoba. Una de las conclusiones más potentes fue que por el precio del uniforme más careli, el consumidor se puede llevar hasta cuatro de los más baratitos. ¡Esa onda!

Las mayores diferencias se detectaron en los uniformes femeninos de la talla 16 y en los masculinos tallas 6 y 8.

En el local más barato, el conjunto para lolas de blusa, chaleco, delantal, jumper y zapatos costaba $20.870, mientras que en el más carito se llegaba a pagar $84.950. Es decir, una diferencia de $64.080 (307%).

En el vestuario para niños, compuesto por camisa, cotona, chaleco, pantalón y zapatos, se repetía la historia. En la tienda más económica, costaba la módica cifra de $16.960, en cambio, en el local más caro, se puede pagar $72.959, lo que da $55.999 de diferencia (330%).

El jefazo del Sernac, Juan Antonio Peribonio, junto al caporal de Educación, Joaquín Lavín, aconsejaron a la barra pop para que no quede en la bancarrota con el retorno a clases.

Peribonio dijo que era importante que los papurris se dieran la lata de cotizar precios.

Además, antes de salir a comprar uniforme, es bueno revisar el del año pasado, pues pueden haber pilchas impeques y no haya necesidad de renovar todo el guardarropa escolar.

El ministro Lavín recordó a los papis que el uso del uniforme no es obligatorio y que no pueden prohibir el ingreso a clases si falta una prenda.