Los expertos cubanos en el arte de elaborar el ron y de enrollar finos habanos ya están entre nosotros: Se trata del maestro ronero Asbel Morales y de la prestigiosa torcedora Elizabeth Águila.

Ambos realizarán, tanto en Santiago como en Viña del Mar una serie de charlas en la onda educativa, organizadas por el prestigioso Havana Club, a contar de hoy y hasta el 27 de noviembre.

Para que no quedaran dudas de sus habilidades, Asbel Morales nos explicó, con un vaso de ron en la manopla, que el maestro ronero no nace, "se hace", subrayó.

"No es un título que se otorgue en alguna universidad o instituto profesional. Surge desde dentro de las mismas plantas destiladoras y es la expresión cultural del pueblo cubano. Este es un oficio que se transmite de generación en generación".

QUÍMICA

Morales es ingeniero químico de profesión y heredó este arte de familiares directos.

"Mi profesión me ayuda bastante, ya que en el proceso de envejecimiento del ron se combinan muchos elementos de la química. Este proceso puede tardar hasta 20 años. Ahora tengo algunos en bodega, del cual se tiene la certeza que estarán a punto para el 2022, por ejemplo. Así se trabaja", se quebró el rumbero.

Agrega que un buen maestro "debe ser generoso y reconocer que no creó el mejor ron, sino que esto viene de mucho más atrás".

Respecto de qué hace que el ron cubano sea diferente al que se produce en otras latitudes, el maestro explicó que el secreto está en la caña de azúcar cubana y en los vientos del Atlántico que favorecen al envejecimiento del producto.

"De ella se obtiene una melasa que dura cuatro meses y que permite elaborar un ron de calidad", verseó.

"Siempre digo que el ron es para disfrutarlo. Si tomas una copa y encuentras que tiene sabor a alcohol, no estamos frente a un ron de calidad. El ron al final transmite cultura e historia", subrayó el maestro.

¡Qué sed nos dio, oiga!