Con indignación reaccionaron en redes sociales ante un video viral que mostraba a un grupo de niños desfilando por una calle con piezas de lencería y “pezoneras”, entre otras prendas que llamaron la atención.

Las imágenes fueron grabadas el fin de semana en el Carnaval de Torrevieja, popular evento organizado en la ciudad española de Alicante. En el registro se muestra la sección infantil de la Comparsa Osadía, donde también participaron adultos, con el mismo disfraz.

La obra llevaba por título “Prometer hasta meter” y desató una ola de reclamos e insultos tanto en España como en distintos países del mundo. “¿Qué cabeza cabe vestir a menores con un atuendo BDSM? ¿Qué tipo de padre se aviene a eso?”, lanzó, por ejemplo, la escritora Lucía Etxebarría.

Muchos denunciaron “sexualización de menores”, mientras que otros fueron más allá y hablaron de fomentar la “prostitución infantil” y “alentar la pedofilia”. Abogados cristianos amenazaron con querellas contra los responsables.

La explicación del video de niños desfilando en lencería

La performance de la Comparsa Osadía tenía como objetivo una crítica a los partidos políticos de derecha e izquierda, por tratar de engañar a la gente con promesas hasta meter el voto el urna. Por eso el título.

Tanto los adultos como los niños, junto con su provocativa vestimenta, llevaban banderas de España, de partidos y también de la comunidad LGTB+.

En medio de la batahola y días después del carnaval, la Comparsa publicó un comunicado respondiendo las acusaciones y lamentando que en la web se haya expuesto a las niñas de manera “descontextualizada”.

Explicaron que se trata de “una crítica social hacia la política actual en España”, con “un traje que nos invite a reflexionar”. Pretendían “cuestionar, de forma humorística, las dinámicas políticas de todas las ideologías” y la “desconfianza” hacia ellas.

Afirmaron, además, que el disfraz no tenía “nada fuera de lo común” a lo que se puede visualizar en cualquier carnaval de España. El uso de bodys, pedrería, sujetadores, culottes y ligueros, “es algo común que en cada carnaval está más que permitido y aceptado socialmente”, agregaron.

En redes sociales, la abuela de uno de los niños que participó en la comparsa, Pilar Aroca López, respondió a los críticos y entregó más datos: “Uno de esos niños es mi nieto y lo primero es que eran niños y no niñas, lo segundo es que van disfrazados de Aitana Ocaña, la cantante, que es abanderada de muchas causas y no de prostitutas, como dices, me huele a misoginia…”.

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