Crónica

Hace casas con la dieta del caballo: agua y paja

Con las manos llenas de callos, igual que todos los maestros, ha terminado en más de una ocasión el arquitecto Jorge Broughton (45) de tanto levantar fardos en la construcción de sus económicas casas de paja.

Y es que si piensa que estas ligeras viviendas pueden venirse a tierra al momento que llegue el lobo y se ponga a soplar, está equivocado, porque son más sólidas y resistentes que tanque alemán.

La idea de construir casas con este noble material, se le metió en la cabeza hace ya 20 veranos, tiempo en el que junto a varios amigos fundó Broughton Asociados Ltda. Los caperuzos han dictado una cachá de talleres en los que promocionan y le muestran a la gente las propiedades y virtudes de la paja, enseñándoles de pasada cómo hacerse su propia choza.

“Las casas de fardos de paja son una buena, sana y económica alternativa en la construcción, las viviendas de este material resultan ser temperadas, silenciosas y durables, podríamos definirla como una casa que respira a través de sus muros”, detalló el didáctico arquitecto.

Pero no todo fue fácil desde un comienzo, ya que Broughton tuvo que certificar que sus construcciones fueran confiables y que resistieran los embates de la Pachamama.

“Para el terremoto del 2010 teníamos varias casas ya construidas y ninguna se vino abajo, ya que nuestras murallas son flexibles y resistentes. El fuego tampoco es inconveniente ya que los fardos de paja son recubiertos con adobe o cemento, por lo que no se corre riesgo de incendio”, advierte el experto.

Según los cálculos del arquitecto, la casa se paga solita, ya que lo que ahorra en calefacción durante diez años es igual al valor de la propiedad. Además, recomienda que el palacete se construya en un terreno amplio, ya que los muros exteriores en este tipo de construcciones son bastante gruesos, alcanzando los 50 centímetros al ojo.

Lo último

Lo más leído

Cotiza y compara todas las marcas y modelosPublica tu auto acá