Hasta lectura de manos le trae primera carpa-escuela gitana

La educación siempre complicó a los gitanos que, por su vida nómade, a veces se ven imposibilitados de mandar a sus peques a un colegio. Sin embargo eso cambiará en La Serena, donde se creó la primera escuela del país para la comunidad romané y, como corresponde, bajo carpa.
La iniciativa se logró gracias a una paleteada de la muni de La Serena, que se puso con un terreno municipal, con agua potable, luz y retiro de basura, para instalar con todas las de la ley la carpa-escuela.
Ubicada en el sector del Puente Zorrilla de Las Compañías, el cole también cuenta con el importante apoyo de la Iglesia y el Colegio Adventista de la ciudad, y su pastor gitano Juan Nicolich, quien movió los profes para dictar las clases.
Se trata de maestros voluntarios de lenguaje, matemática y educación para la salud, todos de aquel colegio, quienes parten sus clases desde las 16 horas, de lunes a jueves.
La idea final de esta iniciativa es nivelar a sus alumnos gitanos, para que el 2014 estén en primero básico del Colegio Adventista y yendo a clases en forma diaria.
PALETA
Rosa Peralta, una de las profes paletas que llevará a la pizarra a los peques gitanos, reconoció que "es un lindo proyecto que esperamos sea una gran ayuda para nuestros hermanos gitanos. Yo voy a trabajar con ellos en lenguaje y vamos a ver si es complicado, si no tendré que aprender romané".
Por su litro, el pastor Nicolich indicó que "yo me emocioné, porque el pueblo gitano siempre ha sido discriminado... ¡mire acá!, le sacan la basura, mientras la policía en otras ciudades nos desaloja", verseó feliz Nicolich.
Agregó que "voy a contar en todo el país sobre esta iniciativa para que otras comunas sigan el ejemplo. Ojalá que luego lo tengamos en Santiago, allí tenemos un proyecto en La Cisterna, pero La Serena ya le ganó".
ESPERANZA
En total 36 peques gitanos se inscribieron, pero al primer día aterrizaron más de cuarenta y se sumaron padres y tíos mayorcitos, entre ellos la pequeña Rocío Estefanovich, de 9 años, quien contó feliz que "es muy bonito, así nosotros podremos tener educación bien buena y yo quiero ir a la universidad".
María Nicolich, una de las gitanas mayores, entre lágrimas, verseó que "esto nunca lo esperábamos, no había nada de luz, agua y ahora acá estamos seguros, tenemos de todo. Sé todas las letras, pero no sé leer así que también me inscribí".
El alcalde de La Serena, Roberto Jacob, también se mostró feliz con la escuelita: "Estoy feliz, hoy ellos pueden estudiar, tanto padres como hijos y sin ser discriminados. Esto es solidaridad de verdad".
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