Crónica

Héctor Tapia: El viejo chico que llegó a salvar a Colo Colo

"Sinceramente yo me metí al Inaf y dije: 'Por si acaso, algún día'. Yo me retiré y estaba haciendo otras cosas. Y mientras estudiaba, Jaime Pizarro me llamó y me invitó a este proyecto. Y dije: '¡Bueno, vamos!'. Y ahí me empezó a gustar".

La confesión de Héctor Tapia al sitio oficial del Colo, cuando recién había tomado la manija del primer equipo, comprueba que está lejos de ser la versión chilena de Pep Guardiola. Pero es obvio. "Tito", a diferencia del catalán, no charló con Cruyff y Bielsa antes de convertirse en entrenador.

El rasgo que define al hombre que levantó al Cacique es la precocidad. A los 16 años botó la piedra en Primera -bajo el gritoneo de Nacho Prieto- y disputó un Mundial. ¡Toma!

"Siempre estaba acompañado de su familia, eran muy unidos. En ese tiempo ya era serio, incluso hasta tímido. Nunca fue de salirse de madre", cuenta el "Pollo" Véliz, quien lo tuvo como uno de sus pichones regalones en Japón 1993.

Es que, a la misma edad que Alexis era un "cabro shico" que no soltaba el PlayStation, Tapia las había hecho todas. Se interpretó a sí mismo en la teleserie Rompecorazón, de TVN, e incluso ya había encontrado el amor de su vida, Patricia, su esposa y la madre de sus dos hijas (Anastasia y Florencia). "Era bastante apetecido por las lolitas, sobre todo después del Mundial. Pero siempre le conocí esa polola", agrega Véliz.

Otro de sus pilares fue su taita, Héctor, quien lo representó hasta su muerte, en 2003. "A su padre lo llegué a conocer bien. Él confió en nosotros para llegar a Palestino. Después volví a trabajar con Héctor en Católica y Unión Española", dice Fernando Carvallo.

El deté ha sido reconocido como una influencia por "Tito, el Bambino" de la Ruca: "Es una persona mesurada. Siempre fue inquieto, habiloso. Le gustaba informarse", tira.

Marcelo Espina, ex compañero, lo recuerda como un tipo ordenadito. "Héctor es un chico que como jugador entrenaba bien, era responsable, y por eso su carrera fue exitosa. Creo que se trabaja como se vive, y como jugador o entrenador, si se es responsable, se termina siendo así", suelta.

Como la juventud es divino tesoro, para "Tito" los canteros son los más encantados. "Está igual de tranquilo que cuando entrenaba en cadetes. Él ha sacado a Colo Colo del hoyo. Mis compañeros de generación están dando lo mejor, porque saben que pueden tener una oportunidad", cuenta Lucho Pavez, el más péndex de los titulares. Agrega el zurdo: "Nos da libertad. Una diferencia es que antes nos parábamos más atrás. Con el profe Tapia uno se siente con confianza, es un entrenador ordenado".

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