Guillermo Maya Díaz (63) vive hace dos años al interior de una animita en la avenida Santiago Arata, en el sector norte de Arica.

Según su relato, llegó al santuario popular tras recibir una golpiza que lo dejó con un problema neuronal (hemiplejia) que le impide caminar y controlar sus esfínteres. Para colmo, hace unos días sufrió el robo de su silla de ruedas, por lo que ni siquiera puede salir.

Según trascendió, el compipa recibe ayuda de los fieles que van a agradecer al lugar, quienes lo alimentan, lo ayudan a cambiarse los pañales y lo sacan, ya que su familia se hizo humo.

Lo penca, es que la animita está pasada a todo y llena de moscas, por lo que se ha vuelto un lugar insalubre para él y los compas que lo visitan. El hombre aseguró que en la noche pasan ratones y clama por ayuda. "Hago un llamado a la gente, para que me ayude ", lanzó desesperado, ya que hasta ahora los intentos de la muni ariqueña y el Hogar de Cristo han sido infructuosos.