"Les pido a todos comprensión", dijo ayer Marina Teitelboim, a través de un comunicado en el que quiso explicar las razones por las cuales la familia de Volodia no ha querido hablar públicamente acerca del difícil trance por el que atraviesa el escritor y viejo guerrero de la política criolla.

Igual agradeció a la Presidenta Michelle Bachelet y a todos los que han mantenido preocupación por su salud. En el caso de La Jefa, estimó que había actuado con una gran deferencia ya que cuando lo visitó el lunes en la tarde permaneció en el nosocomio católico durante tres horas.

VENTILA MEJOR

El paciente sólo descansa y el desenlace puede ocurrir en cualquier momento. Así de clara tienen la película médicos, familiares y amigos del histórico ex dirigente del PC y Premio Nacional de Literatura 2002.

No obstante, Francisco Larrondo, médico de turno de la Unidad de Cuidados Intermedios del Hospital Clínico de la Universidad Católica, dijo anoche que Teitelboim "sigue estable y, probablemente, con un leve repunte".

Sobre los problemas respiratorios del paciente, Larrondo expresó: "Me impresiona que no está con tanto esfuerzo para respirar... me parece que está ventilando un poco mejor". Pero dijo que de la deficiencia renal no ha mejorado y "a la larga se va a complicar su estado general".

Volodia cayó al hospital el 15 de enero, aquejado de neumonía, la que derivó, el viernes 18, en una crisis que comprometía sus riñones y su vida.

El desfile de políticos siguió durante el día. Entre los que llegaron estuvo el presidenciable de Renovación Nacional, Sebastián Piñera, quien le lanzó puras flores a Teitelboim. Y también apareció el ex vocero de La Moneda y pre candidato a senador del PPD, Ricardo Lagos Weber.