La historia del Aérodromo Eulogio Sánchez Errázuriz, más conocido como Tobalaba, está plagada de desgracias.

Desde que lo fundaron en 1954, en un sitio eriazo de La Reina casi todos los años ocurre una desgracia aérea que lamentar. Las tragedias aumentaron cuando los sectores aledaño comenzaron a sobrepoblarse.

VÍCTIMAS

Aún está fresquita la imagen de una avioneta que despegó desde Tobalaba y que aterrizó de emergencia en plena autopista Costanera Norte. Afortunadamente esa vez no hubo heridos.

Hace poco más de un año, el 23 de enero de 2007, una instrucción de vuelo terminó en forma mortal: Pablo Cristián López Blanc (48) y su alumno Oliver Elías López Colombo (27) fallecieron tras estrellarse en un sitio eriazo del sector Lo Arcaya, en Pirque.

El 2003 fue el año más maldito de todos. En sólo cuatro meses hubo tres accidentes.

El 28 de diciembre una avioneta se estrelló en otro sitio baldío de La Florida. No hubo víctimas fatales.

Un mes antes, el 28 de noviembre, una avioneta capotó en una vivienda de la Reina. Tampoco se registraron víctimas.

El 27 de agosto del mismo año, otro pájaro metálico se estrelló contra una casa en Peñalolén, a sólo metros de la tragedia de ayer.

En 2002, una nave chocó contra una casa en avenida Príncipe de Gales, barrio residencial de La Reina. Ese mismo año, el 24 de febrero, otra avioneta cayó a tierra en Las Parcelas.

En octubre de 1998 un artefacto se fue a pique en una casa de avenida Larraín. En esa época se solicitó el cierre del aeródromo.

"Este riesgo se está viendo hace tiempo. Yo creo que el piloto intentó hacer el daño posible, pero es factible que se caiga sobre cualquier vivienda", remachó el dirigente vecinal Jorge Valenzuela.