"Un bochorno, una frescura de nalgas" y otras frases que harían sonrojar a la Paty Cofré son las que se ganó en redes sociales el episodio del lunes en el Congreso, cuando llegaron a sesionar 36 de 118 diputados y hubo que retrasar la sesión por falta de quórum.

Y no es que el tema a discutir fuera pichiruchi, pues se trataba del aumento de sanciones a delitos de violencia intrafamiliar. La cuestión es que los legisladores estaban citados a las 10.30 de la "madrugada" y la mayoría no alcanzó a llegar.

Aunque también llegó tarde, porque estaba en reunión con Carabineros, el presidente de la Cámara de Diputados, Osvaldo Andrade (PS), golpeó la mesa e hizo cruz pa'l cielo que nunca más se funa una sesión por falta de quórum.

Rayita para la suma, así como en otros servicios los trabajadores del Congreso tienen una maquinita lectora de huellas para controlar el horario de ingreso, el sistema será implementado en la sala. "Hemos tomado la decisión de registrar, junto con la asistencia de los parlamentarios, el horario de ingreso a la sesión. Vamos a elaborar un registro público de esto, que, por supuesto de acuerdo a las normas de la ley de Transparencia, será de conocimiento público", reveló Andrade.

Agregó que "no vamos a aceptar más espectáculos como el día de ayer, somos trabajadores también y los trabajadores en Chile cumplen ciertas rigurosidades, no veo razón alguna para que los parlamentarios estemos

exentos de aquello. Ya es un privilegio que empecemos a las 10:30 horas, creo que la exposición pública de aquello es la sanción más interesante".

La medida tiene como propósito dejar un registro público del horario de ingreso de los honorables a la Sala para evitar que se extienda esta práctica que se ha instalado respecto a que varios parlamentarios llegan al mediodía y que hacen peligrar las sesiones cuando otros, que regularmente asisten a la hora, tienen algún inconveniente.

PATALEOS

El diputado Daniel Farcas es uno de los que deberá pagar las 90 lucas como multa por no llegar a la sesión en cuestión. Él alegó que le parece "que hay cosas mucho más importantes que la Cámara de Diputados tiene que pensar y replantear. Nosotros, por ejemplo, tenemos una comisión investigadora que parte a las 9:30 todos los miércoles, que ahora deberemos suspender para dar el quórum en la sala, lo que significa que cada sesión de la comisión se demorará entre 15 ó 20 minutos más por esta ilógica decisión que se está tomando".

Por su lado, el diputado Rodrigo González, que también llegó tarde, alegó que los parlamentarios a veces trabajan la semana de corrido y no hay horarios. "Nuestro trabajo requiere vocación y responsabilidad y lo más importante el compromiso ético de los parlamentarios para cumplir con su deber. Pero es importante también tener la capacidad de flexibilizar las normas formales con la libertad del diputado para cumplir con su misión".