El famoso “Cuento del tío” cobró su primera víctima fatal en Puerto Montt, donde un padre sucumbió de un ataque al corazón, luego de caer ante la mentira de unos antisociales que le hicieron creer que tenían a su hijo secuestrado.

El fallecido fue identificado como José Montiel (60), y según el relato realizado por un amigo del supuesto secuestrado, los cumas le hicieron creer al hombre que tenían en sus manos a su hijo, a quien iban a matar si no accedía a darle dinero para liberarlo.

Para hacerla más real, pusieron al teléfono a un sujeto que se hizo pasar por el hijo, que con voz compungida, le habría dicho a su padre “por favor ayúdame”.

Lamentablemente, la impresión fue tan grande, que Montiel no soportó la noticia mula, y sufrió un ataque al corazón, que le terminó quitando la vida.

El hijo del fallecido, Jefferson Montiel (31), conversó con La Cuarta, y explicó que la llamada la recibió su padre cuando iba como pasajero en un auto.

De ahí se trasladó a una comisaría y con altavoz pudieron escuchar lo que le pedían. En ese minuto empezó a sentirse mal, y se fue al hospital con un fuerte dolor de pecho y finalmente le dio un ataque.

“Lo estaban reanimando cuando llegué, pero lamentablemente no volvió más”, indicó el hijo.

Aseguró además que no pretende buscar a los responsables, ya que prefiere no desgastarse, porque le tiene cero fe a la justicia.

“El dolor es tan grande, tan penca la sensación, que ni siquiera me he puesto en ese lugar. Me han dicho si voy a llegar hasta las últimas consecuencias, pero no me interesa, qué saco desgastarme. Así como está la justicia, saldrán burlándose. Entrarán por una puerta y saldrán por la otra”, indicó.

Agregó que “prefiero gastar mi tiempo en apoyar a mi mamá que quedó solita. Pero indagar y buscar a los culpables no, porque Dios sabrá cómo hacer justicia. Para mí sería gastar tiempo y plata”.

EJEMPLO

Jefferson indicó que no puede creer que todo se haya generado por el “cuento del tío” y espera que su caso sirva para poner en alerta a las personas y no sigan cayendo en las mentiras de los cumas.

“Espero que sirva de algo, que de alguna u otra forma la gente tome conciencia que hay personas malas, y que hay que estar con la mente fría, para que no le pase lo que le pasó a mi papá, que se le aceleró su corazón y murió”, indicó.

Explicó que otra de las razones por la cual no hicieron denuncia, fue porque la llamada provenía de un número privado, lo que hacía aún más difícil el rastreo.