Como suelen decir los eternos amantes de las dietas: "un minuto en la boca y para el resto de la vida en los michelines" o algo parecido. El tema es que durante el invierno la gallada le da al mastique con pasión, sobre todo a la harina, azúcar y fritos, que se chantan al toque como grasa en el cuerpo.

Los sabiondos hacen cruz pa'l cielo que la culpa de todo la tiene el frío que por naturaleza obliga al organismo a consumir más calorías para mantener la temperatura, pero para ser sinceros la calefacción de hoy y la ropa no hacen necesario comer como marabunta.

Hay que puro calcular que una fémina chilena promedio necesita entre 1700 y 1800 calorías para darle a la vida y un tarzán no más de 2300, estamos hablando de gente que no se dedica a deportes de alto rendimiento o a cargar camiones, obvio.

Si pensamos en que un cristiano se manda 4 sopaipas de esas generosas que venden a la subida del Transantiago y que pesan como 400 calorías cada una. Le agregamos ketchup, mayonesa, mostaza  y pasamos largamente lo que necesitamos para andar tranquilitos en el día, explica la nutricionista de Vidaintegra, Carolina Pizarro.

Por eso la capi del cuento deja clarita a la gallada la realidad de las exquisiteces invernales y entrega algunos datos para que comamos con un poco menos de culpa.

La dura realidad de las tentaciones de invierno y las recomendaciones

1

Las Sopaipas

La especialista asegura que una sopaipilla chiquita tiene cerca de 200 calorías y si se trata de esas que parecen rueda de carreta de una pasamos casi al doble. Ahora si la queremos pasada de una nos fuimos a la zeta con algo así como 450 calorías de una. Recomendación: Nada está prohibido, pero todo tiene límite, explica la experta del comistrajo. La idea es comer una o dos sopaipillas de no más de 60 gramos cada una, que el agregado sea el pebre y que sea en el almuerzo. .

2

Los calzones rotos

Los calzones rotos o sus derivados son otras de las tentaciones apenas asoma la lluvia y el frío. La nutricionista asegura que un bocadillo se manda 150 o 200 calorías, depende del porte. Con azúcar flor pasamos a las 250 más o menos. Recomendación: no comer más de uno o dos y sin azúcar flor. En lo posible preparar con harinas integrales y usar productos endulzantes.

3

Picarones con chancaca

Único grande y nuestro, así es un exquisito platito de picarones. El dramón es que uno de estos con un solitario anillo de masa entrega al cuerpo algo así como 300 calorías. Recomendación: No hay mucho que hacer acá, la única opción es disfrutar un platito picarones temprano y salid a dar un par de vueltas a la plaza. .

4

Pancito amasado

El pancito amasado es rico con o sin frío, pero se convierte en un manjar cuando bajan las temperaturas, se abre la puerta del horno, aparece gloriosos él y tenemos a mano una mantequilla. 100 gr (tamaño similar a una marraqueta o una hallulla) más una cucharadita de mantequilla suman 454 calorías. Recomendaciones: Evitar el agregado en el pan amasado, total igual es rico solito. !Ah! también se puede reemplazar la grasa con aceite de oliva.

5

Vinito navegado

Casi como un cafecito o un té verde actúa el vinito navegado para pasar el gélido invierno. Se prepara con naranja, azúcar, canela y clavo de olor. Se pone a hervir y adiós alcohol, pero ojo que se mantienen las 150 calorías del vino por los agregados (por 180 ml maoma). Recomendación: reemplazar el azucar por endulzante y listoco a disfrutar el vino caliente.