Tras la audiencia de formalización, las tres personas que el lunes fueron detenidas por entrar a las vías de Metro a protestar quedaron en libertad, pero con la medida cautelar de no acercarse durante 60 días a la línea 5 del pategoma.

"La medida es estúpida, y es tonto que el gobierno quiera hacer uso de la Ley de Seguridad del Estado para este caso, somos trabajadores no delincuentes", afirmó la imputada Claudia Pérez tras la audiencia que la dejó en libertad junto a sus dos compañeros de pega, Miguel Jaramillo y Sergio Alegría.

Los tres dirigentes sindicales fueron acusados del delito de desórdenes públicos y obstrucción de las vías férreas y deberán estar alejados del tren subterráneo por todo el plazo que el juez Marcelo Ovalle decretó para la investigación.

La acusación fue hecha en conjunto por el Ministerio Público, la Intendencia de Santiago y Metro de Santiago.

Pérez agregó que ahora tendrá que arreglárselas de otra manera: "Me demoraré mucho más tiempo, pero me saldrá más barato el viaje".

El fiscal Matías Moya solicitará a Metro pruebas que acrediten que la acción de los imputados pudo haber generado el descarrilamiento de algunos de los carros.

El ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter valoró la medida cautelar: "entender que un dirigente sindical tiene el poder de impedir que funcione el Metro pisoteando los derechos de otros chilenos, es una muy mala señal".