La Iglesia Católica inició su propia investigación que busca develar si es verdad que el sacerdote Francisco Valenzuela Sanhueza (50) abusó sexualmente de tres menores en Putaendo.

El religioso, que trabajaba en la Parroquia San Antonio de Padua, espera en cana el desarrollo del juicio. El sábado fue detenido por la PDI tras ser acusado de aprovecharse de tres niñas del coro de su comunidad, a quienes habría ultrajado en su casa cuando ellas tenían 13 años, entre el 2002 y 2003.

El Obispado de San Felipe anunció que apenas el fiscal Benjamín Santibáñez le contó de las acusaciones contra Valenzuela, "precedió como medida cautelar a poner término a su oficio de administrador parroquial de la parroquia y, al mismo tiempo, dictaminó la suspensión del ejercicio de su ministerio sacerdotal".

También iniciaron una investigación canónica, "conforme a los procedimientos establecidos en el ordenamiento jurídico de la Iglesia", independiente de la acción de la justicia civil.

El obispo diocesano, Cristián Contreras Molina, recalcó su intención de colaborar con la investigación de la justicia civil y reiteró que en el sacerdocio no hay lugar para quienes dañan a los jóvenes.

El obispo dijo que se sentía cercano con todos los involucrados en estas acusaciones, especialmente las víctimas y sus familiares. Contó que ora por ellos y también por la persona acusada, para que Dios les regale la paz que necesitan a fin de contribuir a la justicia y esclarecer la verdad.