Camila del Carmen Henríquez tenía 22 primaveras cuando dio a luz a Cristián Aravena Henríquez.

Por esos años, la mujer veía como sus primas y amigas pisaban el palito y formaban familia, así que pensando en que todo se haría más fácil con una pierna peluda al lado, se unió al club de las casadas a muy temprana edad.

Pero como las decisiones importantes no se toman a la ligera, al cabo de unos meses la relación se fue a las pailas, y lamentablemente el pequeño Cristián pagó el precio de ese quiebre.

Tras cuáticas peleas familiares, la madre se alejó del bebé de 7 meses y perdió todo tipo de contacto con él, pues las tías y abuelos del chicoco se hicieron cargo de su educación y que nunca le faltara nada.

Con el paso de los años, la señora Camila hizo su vida en el sector El Melón, en La Calera, tuvo 4 hijos más y los crió sin ayuda de un hombre a su lado.

Búsqueda

Cristián creció y siempre tuvo  las ganas de conocer a su madre. Es más, muchas veces le preguntó a su taita dónde podía encontrarla, pero el hombrón nunca le respondió sus dudas.

"Había un total desinterés de mi padre porque conociera mi historia materna. Él se enterará por el diario que le dije a mi madre te quiero", mandó el compipa.

Según contó Cristián, con su familia paterna nunca se llevó de maravillas. Muchas dificultades lo llevaron a buscar cada día y con más ganas su historia materna arrebatada.

"No tengo odio ni rencores, sólo quiero poner fin a una etapa de mi vida para sentirme pleno", mencionó.

Con esto en mente, Cristian empezó a cranear cómo llegar a su mami. Tenía datos sueltos. Y por esas casualidades de la vida, se acordó de La Cuarta, su diario regalón.

El cabro, un verdadero doble de Sampaoli, se acercó y nos planteó su caso. Nos contó su historia y como acá tenemos corazón de abuelita, nos pusimos manos a la obra.

Hay que decirlo, no fue una tarea fácil. Movimos cielo, mar y tierra para dar con su madre.

Recurrimos a nuestros amigos en Carabineros y la PDI, quienes nos fueron dando pistas. En LaCuarta.com rastrearon todo el ciberespacio hallando más datos.

Fue así como conseguimos un teléfono y una dirección. "Lo tenemos", le dijimos a Cristian. Ayudamos a ese primer contacto. Con un nervio terrible, estuvimos con él en el primer diálogo. Sus ojos vidriosos y el tiritón de pera evidenciaban su felicidad.

Viaje

Así, ya con todos los datos y dirección exacta del paradero de su mami, partimos con el cabro hacia La Calera para ser testigos exclusivos del reencuentro.

En el camino el socio no podía más con los nervios. Solo 120 kilómetros lo distanciaban de 37 años de separación.

"Es el viaje más largo que he vivido. Los minutos se me han hecho eternos, quiero puro abrazar y mirar a los ojos a mi madre y que nos podamos contar nuestras vidas", parló sin uñas y sudando helado.

Reencuentro

Tras preguntar varias veces por la anhelada dirección llegamos a la casa.

Cristián fue recibido en la puerta del hogar por su hermana. Ninguno dijo palabra alguna, sólo se abrazaron emocionados.

"No imaginaba que esto sería así, uno cree que esto pasa en las novelas o películas", dijo Leonor, hermana de la fotocopia de Sampaoli.

Luego vendría lo más esperado. La mami, desde el interior de la casa vio a su hijo, y con los ojos llorosos, se abrazaron como nunca antes pudieron.

"Siempre esperé este momento. Siempre dije que había que darle tiempo al tiempo", mandó la mami.

"A mí me hicieron una chanchada al separarme de mi hijo. Lo pusieron en mi contra y me prohibieron ser su madre. Además fueron donde la visitadora y le dijeron que yo estaba enferma de la cabeza y nada de eso es verdad", explicó la mujer.

Luego de un merecido momento de intimidad, Cristián conoció a sus sobrinos, hermanas y todos los familiares que de un momento a otro aparecieron en su vida.

"Estamos más que emocionados. Este es un nuevo renacer y esperamos que sea el comienzo de una nueva vida. Nunca estuviste sólo, siempre estuviste en nuestra mente", dijo Geraldine a su hermano.

"Quiero agradecer al diario La Cuarta por toda la ayuda, gracias a ustedes cumplo un ciclo importante en mi vida", lloró Sampa.

Pa' eso estamos.