En riesgo de morirse o de sufrir alguna secuela cerebral se encuentra una guagua de apenas 4 meses que habría sido zamarreada por sus propios padres, en Puente Alto.

El bebé llegó al Hospital Sótero del Río con el cerebro hinchado y lesiones en un ojo, supuestamente después de haber sufrido el "síndrome del niño sacudido".

El doctor Gonzalo Menchaca dijo a La Cuarta que el niño ingresó a la Urgencia el 27 de noviembre pasado y que después de desaparecerse 9 días, los padres recién aparecieron el lunes en el hospital.

Se trata de José Ortiz Troncoso (46) y Marcela Gaete Yáñez (37), los que tras ser interrogados por detectives de Homicidios quedaron detenidos por su presunta participación en la golpiza que sufrió Lisandro.

La mujer alegó inocencia y cargó a su conviviente y éste también se lavó las manos y culpó a Marcela. La pareja vive en la población San Gerónimo, donde se dedica a vender ropa usada en ferias.

Además del pequeño Lisandro, los convivientes tienen otros dos hijos en común, y Marcela tiene un par de hijos más de distintos padres.

"Ella era la que se mortificaba y dedicaba a trabajar mientras él se quedaba cuidando a los niños", contó una vecina, la que agregó que la familia vivía del macheteo de comida y pañales.

Mientras al fiscal le llega el informe final de las lesiones de Lisandro, el Tribunal de Puente Alto amplió la detención de la pareja hasta el viernes.

El doctor Menchaca dijo que la guagua sigue grave y que continúa con riesgo de vida o de sufrir secuelas neurológicas. "Presenta lesiones internas atribuibles al síndrome del zamarreo y a maltrato infantil", afirmó el médico.

La defensora jefe de Puente Alto, Ximena Silva, señaló que la víctima tendría enfermedades preexistentes y que las heridas internas y cerebrales serían causa "de un masaje que quizás el padre le hizo muy fuerte".