Inspirado en el famoso refrán "como pecas, pagas" la gente de la Junta de Vecinos Nº 74 de Valparaíso le declaró una verdadera guerra de agua a quienes orinen en sus calles.

En los días de carrete, la denominada zona roja porteña (subida Ecuador y Cumming) se llena de gente que se dedica a tomar.

Con litros de motivación en el cuerpo, nunca faltan los inadaptados que utilizan las escaleras como baños públicos. Al día siguiente, cuando sale el Sol, el olorcito que sale... ¡Ay, cabrito ooohhh!

Por ello, los vecinos se organizaron y declararon una guerra de agua a todo aquel que no sea capaz de controlar su esfínter.

¿En qué consiste? Hace unos días se instalaron seis aspersores en el Paseo Dimalow, lugar conocido por ser la entrada al Valparaíso Patrimonial, para espantar a quienes van a carretear o a usar la vía pública como baño.

"Imagínate entrar a un lugar lleno de pichí, caca, cajas de vino o cerveza. Terrible. Desde ahí parten todos los tour y se entra al sector que fue declarado patrimonio de la humanidad por la Unesco", contó Alejandra Urra, dirigente de la Junta de Vecinos N° 74 de Valpo.

Rociadores en Valpo

En ese lugar, los rociadores funcionan desde las 01.00 hasta las 04.00 de la madrugada y tiran agua cada 10 minutos.

Están instalados en altura, bajo la pasarela, que da a la plaza.

Pero ojo, que el delegado municipal nocturno, Juan Carlos González, advirtió que "si algún vecino ve que comienzan a reunirse más tarde, desde su teléfono lo puede activar".

Para llevarlo a cabo, los vecinos y locatarios del sector desembolsaron $2 millones y la municipalidad se puso con el agua.

"Este es piloto de un proyecto mucho más grande que queremos desarrollar con los vecinos", agregó la autoridad nocturna.

Finalmente, la dirigenta vecinal concluyó que "se debe hacer el proyecto mejor y cubrir 100% el área. También educar a la gente y, si es necesario, sacar partes. Es tiempo que entiendan que la calle sale más caro".