En tiempos donde la platita escasea, buenas son las alternativas económicas y mejor aún si son de conocimiento popular, justo cuando hoy el valor de las bencinas se dispara en 32 pesares en promedio.

La barra se tiró de cabeza a llenar el estanque de sus tocos y había que buscar el mejor dateli. Uno de estos provocó un taco de proporciones ayer en Tobalaba esquina Pocuro, porque la bencinera Sesa vendía gasolina a precio de liquidación.

"Atendemos desde las 6 de la mañana y ya había automovilistas afuera esperando su turno para poder comprar", señaló un bombero de la estación.

La picada tiene precios hasta 30 piticlines más baratos que en cualquier otra parte de Ciudad Gótica.

"El secreto que tenemos es la integridad en costos. No hay tanto gerente ni intermediarios. Nosotros compramos el 100 por ciento del combustible a Enap y lo distribuimos a nuestros clientes mayoristas y a las estaciones de servicio", contó la firme Cristián Orellana, gerente de administración y finanzas de Sesa.

Los automovilistas, provistos de pastillas y un montón de paciencia, debieron aguardar en su toco que el de adelante se moviera unos metros para poder cargar.

"He estado cerca de cuarenta minutos esperando a pleno sol para poder cargar combustible, pero esto avanza lento", gritó Viviana López, una conductora que esperaba con cada vez menos paciencia su turno.

La bencinera tiene cuatro puntos, hasta el momento sólo en Santiago.

"Comenzamos en Curacaví. Nos fue bien y pudimos expandirnos. La idea es abrir nuevas estaciones acá en Santiago, en el sector oriente, y en regiones. De hecho, ya está en proceso de construcción una en Linares", soltó Orellana, quien además dirigía el tránsito para no aumentar la aglomeración en el mismo recinto.

Tras conocer los bajos precios que Sesa tenía, su competencia más cercana (Copec) bajó inmediatamente los precios al grado de igualarlos, lo que llamó la atención del caporal de la bencinera jaguar.

"Es bueno que igualen los precios, porque se genera una competencia sana. Lo que no me parece mucho es que deban esperar que uno los baje para poder hacer algo", finalizó Orellana.