Una trágica muerte encontró anoche el joven ciudadano peruano Juan Carlos Cacata Ramos, de 20 años, quien fue triturado por un ascensor.

El muchacho que había llegado en marzo al país laburaba como repartidor de comida rápida. Ayer se trasladó hasta un departamento del tercer piso del edificio ubicado en calle Merced 336, en el centro de Santiago, para entregar dos sanguchotes.

Tras cumplir con el pedido el muchacho se devolvió para bajar y seguir con su pega. Sin embargo, al abrir las dos puertas del elevador  quedó atrapado en el piso tres.

El joven había abierto una puerta de fierro y luego un segundo acceso, pero el ascensor no estaba en el piso por lo que quedó colgando y pidiendo ayuda para que lo rescataran.

Para su mala suerte justo en otro piso apretaron el botón solicitando el elevador. Al subir la máquina, parte del cuerpo de Juan Carlos quedó aprisionado en un pequeño espacio que hay entre el ascensor y una de las puertas, detalló la policía.

Personal especializado deberá determinar con exactitud si el aparato contaba con las mantenciones al día. Una policía precisó que el joven sobrevivió alrededor de 10 minutos.

Liberato Pablo Cacata, padre de la víctima, dijo: "Mi hijo siempre subía y no tenía problemas. Yo llevo más de tres años en Chile y mi hijo había llegado en marzo al país. Espero que se investigue y podamos saber por qué falló el ascensor".