El nerviosismo por dar la Prueba de Selección Universitaria (PSU) rompió la monotonía en la  Peni.

Fueron dos días muy especiales para los 93 presos de la Calle 13 que rindieron el examen. Algunos con el íntimo sueño de llegar a la universidad.

Juan Madrid (33) está orgulloso de pertenecer a la primera promoción de reos egresados de cuarto medio en la cárcel de calle Pedro Montt.

Condenado a 5 años y un día por homicidio frustrado, "El Chino" cuenta los días para respirar la ansiada libertad. "Llevo 34 meses en prisión. Le disparé a un tipo en Lo Barnechea por una riña. Estaba muy ebrio", reflexionó.

Para afrontar con entereza los 26 meses que aún le quedan adentro, Juanito se propuso dar una buena PSU y lograr su máxima meta: Ser profe de Historia.

El reo dice que día tras día se ha preparado con mucho esfuerzo y tesón en el Liceo Municipal Penitenciario de Santiago, que funciona en la misma Calle 13 desde el 2007. Confiesa que pensar en sus cinco hijos le da nuevos bríos para apechugar mientras baila con la fea.

"Mi sueño es estudiar Historia. Aprendí a leerla en cana y me encanta. Me gustaría ser profesor y devolver la mano enseñando aquí en la cárcel. También me emociona que mis hijos estén orgullosos de su padre. Les quiero dar un buen ejemplo. Desde que empecé a estudiar, borré todo mi pasado delictual", dijo mientras fijaba la mirada en un gran muro vigilado por Gendarmería.

VAMOS

Según datos de Gendarmería, 1.220 almas privadas de libertad tomaron el lápiz mina y la goma de borrar en todo el calcetín de tierra. Sólo 77 mujeres se atrevieron con los términos excluidos y los problemas matemáticos.  Hasta julio del 2008, 68 internos cursaban educación superior: 50 en universidades y el resto en institutos. "Los que estudian tienen beneficios como salida dominical, salida fin de semana y diaria", dijo el dire de Gendarmería, Alejandro Jiménez.

HERMANAS CHANTAS SON EL HAZMERREÍR...

Se perdieron ayer la prueba de Matemáticas e Historia por chantas: Las hermanitas M. Campos (21) y N. Campos (19), egresadas del Liceo A-37 de Limache, se llevaron la vergüenza de sus vidas tras ser pilladas cuando la mayor suplantó a la más chica en la rendición de la PSU.

La chicoca arriesga una sanción de por vida para no rendir nunca más la Prueba. Y la mayor, estudiante de Derecho, podría enfrentar una querella, si el caso ingresa al Ministerio Público.

La ministra de Educación, Mónica Jiménez, no le echó más agua a la olla: "Además de la vergüenza nacional por la que deben estar pasando, creo que es suficiente sanción el que salgan en el diario (...) No está en mi espíritu aplicar sanciones".

Ronald Henríquez M.