Un horrible drama vive una joven madre del Cerro Mariposa de Valpo que el año pasado, cuando terminaba sus estudios en el Liceo María Luisa Bombal, perdió la visión de su ojo derecho víctima de una clásica e imbécil talla colegial de las que después nadie se hace responsable.

Rosita Medina (19) vive junto a su mamá, su hermana y su hijo en la calle La Ruda Poniente, uno de los puntos más altos del Puerto. Contó que el 7 de octubre de 2008 "estaba en la sala de clases conversando con un profesor sobre unos trabajos pendientes y el curso se desordenó. Empezaron a tirar papeles y varios avioncitos de papel que mis compañeros acostumbraban a hacer. Uno que tenía un alfiler en la punta me cayó directo en la córnea y en el lagrimal".

En ese momento la sala quedó muda y de los 43 alumnos que había sólo quedaron seis, porque el resto de los cobardes arrancó.

Posteriormente, una seguidilla de errores de procedimiento terminaron con los sueños de la chiquilla.

"El profesor me llevó a inspectoría, ahí me echó unas gotitas en el ojo, y pasó una hora hasta que me llevaron a la posta. Según todos los médicos que me han visto, el ácido del alfiler y las gotas (del profe) me cortaron el nervio óptico y, por eso, ahora no puedo hacer nada de lo que tenía presupuestado", contó Rosita.

BAJÓN

Gracias a la tallita y al supuesto condoro del profe, Rosita no podrá estudiar lo que soñaba: Enfermería ni gineco-obstetricia, a pesar que obtuvo 750 puntos ponderados en la PSU.

"¡Estoy aburrida y bajoneada! Me truncaron la vida, ahora paso encerrada en mi casa y no puedo ni leer. En el último control que fui me prohibieron la lectura, porque estoy forzando mucho mi ojo bueno y puedo quedar ciega", comentó.

COSTOSO

Su madre, Jeannette Hernández, aseguró que la recuperación ha sido muy difícil, porque su hija siempre fue activa, buena alumna y una esperanza para ella. Desde que se separó de su marido han vivido muchas pellejerías, que podrían haberse terminado con los ingresos de una profesional en la familia.

Según Jeannette  "todo ha sido muy costoso. Debe cambiarse dos veces al día los parches del ojo, porque si no lo hace podría infectarse y perderlo (para siempre). Es doloroso para ella y para mí, hemos vivido el calvario solas. Al principio no queríamos dinero, pero ya no podemos más y esperamos llegar a un acuerdo (económico) con el municipio que nos sigue tramitando".

PLAZO

El alcalde de Valparaíso, Jorge Castro, reconoció que "aplazamos la audiencia con la familia a fin de recabar más datos, porque este hecho no fue informado a la Corporación".

Castro clarificó que se harán todas las investigaciones

El profe del supuesto condoro, antre tanto, ya no continúa en el sistema escolar.

Andrés Orrego S.