-Don Juve, ¿apostaría en la Polla Gol por un triunfo de la Roja sobre Ecuador?

-No sabría decirle. Creo que el partido es clave, incluso más que contra Argentina. Al término de las Eliminatorias uno quedará más arriba que el otro, quizás, por un punto o dos. En los últimos años Chile ha estado en una línea más baja que Ecuador, porque ellos han ido a los dos últimos mundiales, pero esta vez creo que están parejos.

-¿Alcanza con lo que tenemos o falta Pinilla?

-Está la gente que el técnico considera los mejores. Y sucede algo muy especial... Nuestra selección no tiene al gran líder, al gran ídolo, como fue Elías, Caszely, Zamorano o Salas. Pintaba para eso el Mati Fernández, pero está en entredicho, debe volver a ganárselo en la cancha, jugando por su club.

-¿Olmos es Bielsista?

-Creo que se está trabajando bien, y es por dos cosas. Primero, todo el apoyo y respaldo que ha tenido la Selección por parte de la ANFP es lo correcto, siempre debió ser así. Y lo otro es netamente futbolístico. El corazón de este proceso es que los jugadores se sienten identificados con lo que el técnico les pide. Se ven contentos, disciplinados...

-¿Y a usted no lo agregaban ni al messenger?

-No se puede comparar. El proceso que a mí me tocó fue traumático, nunca tuvimos paz. Todos los partidos significaban que Olmos se tenía que ir, dicho por el presidente de la ANFP, que estaba quebrada. Chile marchaba último, los jugadores no querían venir, los estadios estaban sin gente. No vale la misma lupa.

-¿Y el porrazo del 2004 en Quito?

-Fue el único partido de todos los que dirigí donde no tuvimos propuesta, hubo poca actitud. La Selección duró un tiempo en el ida y vuelta, con tres ocasiones claras de gol, y el segundo tiempo nos pasó la cuenta. Jugamos de manera aislada, nunca logramos complementarnos. Fue un partido muy pobre de parte nuestra.

-Ahí el apodo de "Perro Verde" agarró vuelito...

-Si le preguntan a cien personas, nadie sabe qué significa. Eso nació de manera afectuosa, porque innové, no por un partido, y quienes crean lo contrario son ignorantes. En una pretemporada con Católica hicimos un campamento de convivencia, con rafting, escaladas, juegos. Era más raro que un "perro verde".

-Pero después se lo decían con rabia...

-Fue por lo que creó el entorno. Decían '¿cómo a este compadre se le ocurre viajar el mismo día a La Paz? ¿Cómo hace que sus jugadores usen cámaras hiperbáricas?'. Pensaban que seríamos el hazmerreír de Sudamérica y es lo mismo que se hace ahora.

-¿Más facilito mandarse unos lifts, entonces?

-Lo del baile fue una cuestión genial y lo hice justamente para que la gente se diera cuenta que no era ese tipo huraño, que poco menos no comía ni hablaba. Y logré lo que quería. De hecho hice cosas que nunca pensé. Si al principio me decían que levantara el brazo y me sentía amanerado.

-Y al final arrasó...

-Sí, pero me costó. Una vez  me llevaron unos pantalones, me los probé y dije que ni loco me los ponía. No tenían bolsillos ni pretina, eran apretados, se me veía el paquete. Al otro día fue una camisa con brillantes y un escote tremendo, se me veían todos los pelos del pecho. Y cuando quedó la embarrá fue cuando me trajeron un body... ¡Un body! Fue una experiencia traumáticamente positiva.

Natalia Galaz A.