De la ingeniería informática a la final copera

Roberto Tobar dirigirá el Boca vs. River del sábado en La Bombonera, coronando un presente exitoso. Su carrera internacional se inició en el 2014.

La primera vez que Chile estuvo en una final de Copa Libertadores fue en 1973, con jugadores como Carlos Caszely y Francisco "Chamaco" Valdés. Aquella vez, eso sí, el Cacique cayó con Independiente, pero se desquitó en 1991, con el título. Y así como los albos protagonizaron esa instancia, también lo hicieron Unión Española, Cobreloa y la Católica, el último team nacional en destacar, en 1993.

O sea, han pasado 25 años de "sequía", y lo más importante de la última década lo consiguió la "U", que jugó semifinales en dos ocasiones (2010 y 2012). Frente a eso, lo más cerca que ha estado Chile del trofeo continental es gracias al arbitraje, con colegiados de la talla de Carlos Chandía, Enrique Osses y Julio Bascuñán, quien dirigió la final ida 2017 entre Gremio y Lanús.

Sin embargo, el Boca-River es otra cosa. Y ahí también habrá presencia nacional gracias a Roberto Tobar, quien fue el juez designado para el partidazo del sábado (17:00 horas) en La Bombonera. Sin duda, uno de los desafíos más importantes y trascendentales de su carrera, algo que nunca imaginó cuando comenzó sus estudios de ingeniería en gestión informática.

Es que la paciencia fue clave en la vida de este árbitro de 40 años, que fue catalogado FIFA en 2011 y que ha tenido poco recorrido internacional, principalmente por lesiones. Pese a ello, estuvo en la Recopa Sudamericana que disputaron Nacional y Chapecoense de 2017, dirigió el Sudamericano Sub 17 en 2015 y 2017, el Mundial Sub 17 en 2015 y tres partidos en las últimas Eliminatorias.

En Chile, sin embargo, integra el podio de los mejores jueces e incluso fue elegido como el número uno en 2013 y 2014, año que coincide con su debut internacional. Eso sí, al otro lado de la cordillera, el medio Infobae aseguró que "sus tipologías arbitrales son de andar estándar, con facilidad para exhibir tarjetas".

Y ahí no paró el crudo análisis: "Se ve dubitativo en las áreas, con actuaciones irregulares, sobre todo cuando los encuentros se proyectan en el roce constante y con figuras de conflictos en las áreas. Falta de continuidad, no goza de una trayectoria acorde para este tipo de encuentros". ¿Really? Tal cual, pues sus candidatos eran brasileños.

Claro que Roberto Tobar está en otra y sólo disfruta el momento, sin dejar de lado una preparación acorde a las exigencias. "Había conversado con mi señora sobre la posibilidad de una final, pero no tenía la certeza. Si se daba, bien, si no, a esperar. Cuando nos avisó un vecino, nos abrazamos de felicidad", contó el colegiado hace algunos días.

¿El pálpito? "Los minutos iniciales marcarán la pauta de cómo será el juego y eso es algo que también planificamos. Confío en que los equipos se dedicarán a jugar, o si no tendremos que empezar a proceder en base al reglamento", agregó Tobar, que en la Copa 2018 dirigió dos veces a Boca Juniors (ante Palmeiras, con un triunfo y una derrota) y dos a River Plate (victorias sobre Emelec e Independiente Santa Fe).

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