James Bond tenía un auto que se hacía invisible y nadie habría imaginado que esto podría ser una realidad fuera del celuloide, pero la estudiante británica de Bellas Artes, Sara Watson, creó una ilusión óptica que en tres semanas hizo desaparecer a un Skoda Fabia, por lo que no falta el amermelado que se lo pasa tropezando con él.

PUROS ELOGIOS

La muñeca, que se quema las pestañas en la prestigiosa Universidad de Lancashire, hace rato que venía experimentando con este tipo de engaños al ojo humano, pero necesitaba "algo más físico para crear un impacto real", según señaló.

Por eso, a puro spray, Sara pintó el modelo con los colores y detalles del estacionamiento en que pusieron el auto, a fin de que en cierto ángulo desapareciera de la vista de la gallada como por arte de magia. Y el jueguito le resultó de maravillas, como se aprecia en las fotos.

Steve Jackson, dueño de Recycling Lives, la empresa que facilitó el Skoda a la artista, dijo que "cuando vi las fotos estaba convencido de que se trataba de un efecto de computadora, pero al acercarse uno puede ver el esfuerzo y la atención en los detalles. Esto es increíble". Ahora el toco es usado en una campaña de la empresa, que se dedica a reciclar joyas antiguas.