La poética despedida del "Chacal de Nahueltoro"

"Llegué a esta carta del 'Chacal de Nahueltoro' hace como 10 años. Un alumno, quien había sido gendarme, me regaló una fotocopia. Yo la encontré sumamente interesante y ahora la uso en mis clases para debatir sobre la pena de muerte", contó el abogado Humberto Muñoz Horment.
El jurista, quien dicta clases de Derecho Penal en la Universidad Bolivariana, compartió con La Cuarta el emotivo escrito, en el que el criminal le dice adiós a su viejita.
"Esta es una carta dirigida al alcaide de la cárcel de Chillán de ese entonces, don Raúl Sandoval. En ella pide despedirse de su madre, y la fecha de envío es el 29 de abril de 1963, un día antes de que lo fusilaran", explicó el profesor universitario.
El documento, redactado sobre un papel fiscal que le facilitaron en la cana y que hoy está guardado como reliquia en la cárcel de Chillán, dice con letra de cabro chico y un montón de faltas de ortografía algo así:
"Preso en la cárcel de Chillán estoy/ madre no llore por eso que no soy el primer preso/ y no me diga quien soy// La reja del calabozo cubierta de luto está/ las piedras con ser piedras lloran al verme llorar// Van mis años para cuatro que me encuentro encarcelado/ y me han leído la sentencia de morir fusilado// Adiós compañeros y amigos/ una cosa les voy a pedir/ que me traigan a mi madre/ que me quiero despedir// Adiós madre querida, tronco de todas mis ramas/ aquí se despide tu hijo nacido de tus entrañas".
CAMBIO
"La carta evidencia sentimientos. En gran medida él estaba rehabilitado. Después de leerla, yo creo que él no hubiera matado a esa mujer (ver recuadro). Talvez la hubiera golpeado, pero no la mataría", comentó Muñoz.
"Al que mataron no es el mismo que entró preso", argumentó el abogado, quien sostuvo que al "Chacal" no lo deberían haber fusilado, porque "era semi inimputable cuando cometió el crimen, casi como un animalito".
El jurista aclaró que a diferencia de muchos de sus colegas, él está a favor de la pena de muerte, "pero no para estos casos, sino para delitos terroristas, por ejemplo".
CANCIÓN
El cineasta Miguel Litín, director de la película chilena "El Chacal de Nahueltoro", no tenía idea que existía esa carta y quedó plop cuando le contamos del escrito.
Durante su extensa investigación para filmar la cinta, Litín escuchó el poema canero, con rimas que, según nos explicó, pertenecen a la tradición oral de los presos.
"Esos versos salen cantados con música mexicana en la película, pero no sabía que él los había reproducido en una carta", nos contó.
EL DÍA EN QUE SE CONVIRTIÓ EN "BESTIA"
El campesino analfabeto Jorge Valenzuela Torres, conocido como "El Canaca" en el pueblo de Nahueltoro, Región del Biobío, fue condenado a muerte luego de que la tarde del 20 de agosto de 1960 asesinara a su conviviente y a los cinco hijitos de la mujer.
El sujeto liquidó con una guadaña a sus víctimas, enfurecido porque su pareja llegó sin la plata de una pensión de viudez, pago que le pospusieron por un atado administrativo. Convencido de que la mujer le mentía y le negaba el dinero para que él no siguiera chupando, la mató. Luego acabó uno a uno con los pequeños.
Tras arrancar del lugar, el sujeto fue detenido por la policía días después en una ramada, en la que "El Canaca" seguía tomando como contratado.
En sus años de cárcel, Valenzuela se chantó, aprendió a leer, a escribir y a fabricar guitarras. Pese a sus avances, el criminal no recibió el indulto presidencial.
Su ejecución, el 30 de abril de 1963, generó un intenso debate respecto a la pena de muerte y a la finalidad de rehabilitar a un hombre para luego fusilarlo. Tras su deceso, la tumba en Chillán del "Chacal de Nahueltoro", como lo bautizó la prensa, se transformó en una animita donde la gente aún reza y pide favores.
Pedro Pablo Robledo
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