Cuando nace un cabro chico, lo más normal es que uno le busque un apodo juguetón. Y que, ciertamente, termine en "ito". La lista conocida varía desde "perrito", "negrito y "principito" hasta el más farandulero "dulcito".

Pero el nacimiento de Cristóbal Esteban Monje, el hijo del Leo, el romperredes de Huachipato, rompió para siempre la tendencia. El peque recibió el mote de "Liendre". Y el autor es nada menos que su pelotero papá, la "Pulga", quien quiere perpetuar la tradición de los insectos del gol.

"Lo dije en 'talla'. Lo que pasa es que a Joaquín, mi hijo mayor, quien tiene cinco años, lo apodé como el 'Piojo'. Entonces, Cristóbal, quien es el más chico, sería algo así como una liendre, un piojo chiquitito", contó con más humor que un atleta de la risa.

"Estoy feliz, porque nació sanito. Ojalá sea el puntero derecho de los 'Insectos Atómicos'. Joaquín salió zurdo,  yo iría por el medio y Cristóbal por el otro lado. Será un tridente soñado", chocheó el pepero.

El artillero siderúrgico cachaba desde el principio que iba a contar con un miembro más para la pichanga.

"Siempre supe que sería varoncito. Ojalá salga bueno para la pelota, pero si no es así, que sea lo que Dios quiera". Y siguió con el repertorio de la talla. "Salió harto bueno para reclamar, por lo que seguramente no se llevará bien con los árbitros", chacoteó con el babero puesto.

Christian González A.