De vuelta en su patria, en una ceremonia en la sureña localidad che de El Calafate, a la presi Cristina Fernández, se le piantó ayer un lagrimón al ensalzar el patriotismo que halló en Chile durante una visita realizada el jueves a un hospital de campaña que atiende a los damnificados en Curicó.

"Cuando llegué al hospital la tierra tembló nuevamente y, sin embargo, la gente gritaba el característico 'Chi-Chi-Chi-le-le-le ¡Viva Chile' que realmente me emocionó", recordó Fernández con la voz entrecortada por el llanto. "Tienen un patriotismo digno de admirar. Chapeau (sacarse el sombrero) al pueblo chileno", subrayó la presidenta, quien gritó a los cuatro vientos: "¡Viva Argentina y viva Chile!".