Lo que pudo ser una comedia de equivocaciones, se produjo anoche en el pasaje de la población Juan Pablo II, en Copiapó, donde viven la madre y la hermanastra del titán Claudio Yáñez Lagos (34).

Vecinos indignados porque supuestamente Yáñez habría comunicado por teléfono a su mami, Margarita Lagos, que no iría a su casa luego de ser dado de alta, destruyeron indignados las pancartas, lienzos, globos y guirnaldas con las que habían adornado el pasaje para darle la bienvenida.

Lo que no se dijo es que el minero no estuvo en la lista de los primeros dados de alta desde el hospital y esa fue la razón por la que no llegó.

Sin embargo, un altercado telefónico con su mami provocó que a la progenitora le diera un soponcio, por lo cual se tuvo que llamar una ambulancia, cuyos paramédicos asistieron a la señora en el mismo lugar.

Claudio, oriundo de San Bernardo, la habría dicho a la mamá que no iría a su casa copiapina porque la señora se lleva como la mona con la prometida del minero, a quien él llama su "Negra".

Pero la ira estaba ya desatada. Jennifer Navarrete Lagos, hermanastra del titán, salió a hacer declaraciones a la calle y le mandó un mensaje a su familiar:

"Claudio, soy harto penca. Le dijiste cosas a mi mami que no son verdad... Olvídate de que tenís familia. Quédate con tu señora. Tú pa' mí moriste, weón".

A las 10 de la noche en punto se retiraron del Hospital Regional de Copiapó los tres primeros mineros que sí recibieron el alta médica, tras los chequeos, exámenes y controles de rigor a los que fueron sometidos tras el histórico rescate en la mina San José.

Se trata del boliviano Carlos Mamani (24) y de los bigotones chilenos Juan Andrés Illanes Palma (51) y Edison Fernando Peña Villarroel (34). Los tres abandonaron el recinto hospitalario en un furgón de la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS).