La emergente Villa Los Jardines de Santa María, en Maipú, luce dos caras, una de las cuales los vecinos no están dispuesto a aceptar por ningún motivo, oiga.

La cara bonita salta a la vista con las pulentas casas que fueron edificadas y que lucen bien cuidadas. La otra, la feúcha, y que muy pocos ven, es la que está invadida por la cochiná, llena de basura y que cubre el sector sur de dicho barrio residencial que, con el tiempo se convirtió en un foco de infecciones para los residentes de ese sector de la comuna histórica.

Por esta razón, Isabel Valdebenito no aguantó más la mugre y llamó a los cuarteles del diario pop para pedir la ayuda del Agente 004, quien no se achica ante nada ni nadie, y partió como cuete a la mentada villa del sector poniente a sapear qué cresta pasa.

En el trayecto a la calle Santa Berta, la vecina le confidenció a Yeims Pop que todas las mañanas aparecen bolsas con basura y, si bien los camiones municipales retiran la basura, la calle Maipú (que no está pavimentada) amanece con el doble de desperdicios que  el día anterior.

Una vez en el lugar, Yeims Pop cachó que los desechos anidadados en el lugar son variados, entre ellos botellas de copete, pasando por preservativos usados y hasta una docena de corontas de choclo. ¡Se pasó!

"Esto se ha convertido en un verdadero foco de infección para quienes vivimos aquí", le alegó doña Chabela a nuestro Agente.

La dama pitea porque en la villa hay cabros chicos que salen a jugar a la calle  y con la suciedad de los desechos los menores se exponen a enfermedades y a mordidas de ratones y guarenes, quienes llegaron a vivir al mismo barrio que ellos sin siquiera haber postulado al subsidio-terremoto.

De acuerdo a la información recabada por Yeims Pop, de la Municipalidad únicamente se han pronunciado para dar el saludo a la bandera, porque "jamás han venido a darse una vuelta por la villa y ver cómo está la calle de cochina", contó un vecino que no quiso dar su nombre.

Pa' más remate, el camino que utiliza la gente para depositar sus desperdicios es de tierra, lo que tiene a los vecinos literalmente mordiendo el polvo y respirando un olorcillo del demonio.

SIN RESPUESTA

Y como a nuestro héroe pop no le vienen con cuentos, empezó de una a hinchar a la Muni para que soltara alguna respuesta.

Sin embargo, al parecer que caporales del municipio están de guatita al sol, porque, al Agente 004, con licencia para hinchar, le llegó a quedar rojelia la oreja de tanto llamar, pero el cuernófono sonaba y sonaba, pero nadie contestó.

Los vecinos esperan que el atado se pueda solucionar al toque, porque ya están choreados de vivir en estas condiciones.