El año pasado se hizo famosa en todo Chile una mujer de Ñiquén por darle cachamales a sus hijos que no la dejaban mandarle un saludo grabado a las tías Patty y Lela.

Jacqueline Carriel aprovechó su minuto de fama en la prensa escrita, en la tele, cantó en el Copihue de Oro e incluso grabó comerciales para el Estado.

Y está de regreso porque lanzó su primer videoclip, el que filmó hace dos semanas durante un día en los alrededores de su casa en la provincia de Ñuble, gracias a la buena onda del realizador Javier Salinas, quien no le cobró ni un peso.

El tema al cual le da ambiente se llama "Amor traicionero", y revive el dolor de una mujer víctima del engaño de un maldito embustero que le habría sido infiel con una bataclana, o algo así.

La cantautora dice en el tema que el desgraciado "se llevó su juventud y se entregó a los placeres causándole un gran dolor". ¡Malo!

La grabación es en blanco y negro para darle un tono íntimo y melancólico a la historia. En buena parte de ella Jacqueline sale conduciendo un viejo Daihatsu Charade, de esos autos compactos que fueron populares hace casi 30 años y ya no se ven por las ciudades.

El suyo es modelo 1981, lo compró de segunda mano a $200.000 y según ella le salió muy bueno aunque a veces queda en panne. "El auto es conocido acá y todos me han visto empujándolo, pero es un buen auto, casi nunca me deja botada y es súper económico", soltó.

La artista, que también es inspectora de un colegio, agregó que el dinero que le ha reportado la música lo ha invertido en la educación de sus hijos, pero pasó el aviso de que no le cierra las puertas a cualquier empresa automotriz que se interese en canjearle un vehículo a cambio de una canción.

- ¿Ha sido víctima de un amor traicionero?

- No, creo que no. Ojos que no ven, corazón que no siente.

- ¿Qué fue de la tía Patty y la tía Lela?

- Ahí están trabajando en el jardín, y la verdad es que he tenido poco contacto con ellas porque trabajo de lunes a viernes.

- ¿Le siguen saliendo eventos?

- Sí, hace poco fui a la discoteca Blondie a un evento kitsch.

- ¿Algún proyecto?

- Voy donde me inviten y seguiré componiendo.

- ¿Piensa sacar un disco?

- Me gustaría, por qué no.

- ¿Y sueña con ir al Festival de Viña del Mar?

- Sí, me gustaría ir, por qué no. Pero iría con un poco de temor del recibimiento de la gente. Si mi invitan iría con harta humildad. Hay que tenerle respeto al Monstruo.