Un cuadrilátero al medio de la cárcel de Rengo. Seis reos enguantados. Un público enfervorizado.

No se trata de una mocha intracarcelaria, sino que una tarde deportiva que Gendarmería le brindó a los ladrillos.

Eso sí, el que se robó la película fue Raúl Valderrama, quien se las dio de modelo y se pegó un baile califa cada vez que anunciaba los rounds letrero en mano.

En la primera, los contrincantes fueron Marcelo Megrano y Sergio Valdés, ambos internos que pidieron pelear arriba del ring (no el de cuatro perillas, no sea mal pensado).

Luego fue el turno de Ramón Hinostroza y el púgil profesional de San Fernando, Matías Jiménez. Venció el boxeador rentado por abandono del ladrillo.

El tercer enfrentamiento tuvo en una esquina a Augusto Pardo y  en la otra a Cristian Lastra, el que ganó en una pelea inolvidable, casi a la altura de Muhammad Alí.

El combate más esperado estaba por comenzar. El púgil canero Carlos Rodríguez y Nelson Flores de la asociación de San Fernando, se enfrentaron en una pelea que sacó chispas. El vencedor fue el profesional del boxeo, para que no quedaran dudas de sus capacidades.

Una vez culminada la velada pugilística canera la directora regional de Gendarmería, Yaquelin Maldonado, comentó a La Cuarta que "estoy muy contenta con esta velada. Felicito a todos los que participaron. Este es un premio para los que tienen buena conducta, para que puedan salir de la rutina".

Finalmente, la mandamás se mandó una bromita que no fue muy bien acogida. "Ya terminamos, ahora todos pa' la casa", dijo. ¡Plop!